¡Triunfo de oro...!

Ya cabeceó Lagos. Carvallo despatarrado. El balón rumbo a las redes cremas. Buen triunfo de Mannucci sobre Universitario. (Gol Perú).

          No sabemos cómo terminará ubicado el Carlos Mannucci al final de la Liga 1, después de 24 años fuera del fútbol profesional.

          Pero, el triunfo la tarde gris de ayer en Mansiche ante el encopetado Universitario, quedará grabado en letras de mármol.

          Todo estaba en su contra. Los cremas arriba y los carlistas abajo. Muy abajo. Hasta la barra iba por los limeños.

          Ya en el juego, se fue llenando de tarjetas amarillas. Terminó el duelo con cinco jugadores pintados de ese color.

          Para remate, luego del descanso, se venía la noche. Expulsaron a Lencinas. ¡Era para llorar...!

          Las casas de apuestas se voltearon. Todas daban la victoria a los limeños.

          Olvidaron que, con diez fieras en el campo y un corazón gigante, se podía seguir luchando.

          La primera intención era evitar la derrota y pelear por el empate.

          Noronha no renuncia de inquietar a  Carvallo y Heredia demuestra lo que sabe bajo los tres palos.

          El arquero atajó difíciles envíos y se convirtió en el mejor jugador del encuentro.

          Las acciones se volcaron al campo trujillano y la visita disputó todas las jugadas.

          Se cumplen los noventa. El juez otorga cuatro más. Hay una corta paralización y da un minuto más.

          Es la última vuelta del reloj. Heredia saca largo, recibe Lagos.

          Aparece un marcador para interrumpir la entrada. Pasa de largo, sale Carvallo. Cabezazo y el balón infla las redes estudiantiles.

          ¡Gol de Mannucci...! ¡Gol trujillano...! ¡Un triunfo de oro...!

El rostro de la victoria: ¡Y la orfandad de los deportistas...!

Gladys Tejeda ganó el oro. La mayoría de deportistas nacionales intervino en los Panamericanos en medio de una pavorosa
orfandad económica. (América).

          Extraemos para el análisis dos aspectos sustanciales, entre muchos, de los hace poco concluidos Panamericanos Lima 2019.

          Primero, el instinto natural de gestos, ademanes y actitudes de los triunfadores. Los exitosos peruanos ganadores de las medallas de oro.

          Esa manifiesta, comprensible y particular explosión de elevar con energía los brazos al cielo en señal de victoria.

          Seguida de una involuntaria, incontenible y sincera descarga propia del ser humano. El llanto.

          La mayoría de quienes alcanzaron la gloria por su dedicación, esfuerzo, y denodado sacrificio, prorrumpieron en sollozos.

          Lágrimas que simbolizan el objetivo alcanzado. La meta cumplida. El sueño hecho realidad. Haber tocado la felicidad.

¿Puede haber algo más valioso que aquello…? ¡Imposible…!

Al otro lado. Aquel que no se vio en la competencia. El desamparo económico del gran porcentaje de los deportistas nacionales.

Además de la ineludible preparación atlética de su parte, es indispensable la necesidad de dinero. Todo cuesta.

Salvo el apoyo de unas cuantas personas altruistas, nuestros representantes estuvieron desatendidos en este rubro.

Cumpliendo con las marcas mínimas exigidas y las ansias de participar, tuvieron que asumir los gastos por cuenta propia.

Poco o nada les otorgó el gobierno. Peor aún, el sector privado.

Los poderosos inversionistas que, con excelente criterio, colocan millones de soles en deportes de masas, esta vez no aparecieron.

Tampoco las firmas que invierten a diario gran cantidad de capital en la televisión para impulsar insulsos juegos juveniles.

Encauzan publicidad en espacios que exhiben muchachos de músculos falsos y chismes de infieles parejas que nada aportan.

Espectáculos que, en ciertos casos, desvirtúan el real sentido de la vida y el esparcimiento por la mentira y la banalidad.

Que los triunfos de nuestros campeones sirvan para remover conciencias. Mirar a los nuevos ídolos y a quienes siguen sus pasos.

El ejemplo que dejaron. Sus lágrimas. Los aplausos y las sonrisas que nos arrancaron, exigen involucrar el entorno financiero…

Caja Trujillo sponsor del Carlos Mannucci

Los jugadores Carlos Fernández y Osnar Norohna flanquean a los directivos de la Caja Trujillo y Carlos Mannucci.

 Por tercera temporada consecutiva, Caja Trujillo se convierte en sponsor oficial del Carlos Mannucci, sumándose al trabajo que la tricolor realiza en el fútbol profesional peruano y en las diferentes categorías.

 “Estamos comprometidos con el Carlos Mannucci, un equipo con mucha trayectoria para los trujillanos y lleno de tradición, por ello los hemos acompañado durante su proceso para el ascenso a primera división y ahora  aportamos en su consolidación y desarrollo institucional como entidad promotora del deporte local y regional”, comentó José Camacho Tapia, Gerente Central de Negocios de Caja Trujillo. 

 Con el cuadro trujillano, Caja Trujillo apoya la promoción del deporte en menores y jóvenes, quienes encuentran una oportunidad de formación y desarrollo alejados de vicios y actos negativos. Varios de ellos podrían tener oportunidad de llegar al plantel profesional.

 “Este auspicio lo tomamos como un proyecto integral y de responsabilidad social, buscando apoyar en los diferentes planes que el club tenga a corto y largo plazo y donde busquen promover el deporte, contribuyendo de manera significativa a la sociedad trujillana y todo el país”, concluyó Camacho.

 Directivos y jugadores del Mannucci agradecieron a la microfinanciera trujillana por su aporte al fútbol local y regional y por su apoyo al club en el desarrollo de actividades que le permitan fortalecer y consolidar el trabajo que se realiza en la institución que busca posicionarse con éxito en el fútbol profesional. 

Con 35 años de operaciones, Caja Trujillo se ha consolidado a nivel nacional con el objetivo de atender empresarios de la micro y pequeña empresa, facilitándoles el acceso a créditos para hacer empresa. Su patrimonio superó los 460 millones de soles.

No golpeen al caído: ¡Una suerte de morir a pausas...!

Aunque sea para sonreír por un instante, los jubilados esperan cada mes con entusiasmo  su miserable pensión. (El Men).

          Los cesantes y jubilados públicos integran el sector más olvidado por todos los gobernantes del Perú.

          "El señor de las fiestas patronales y las inauguraciones", no es la excepción.

          A pesar de ser profesionales, ocupan uno de los últimos lugares en la escala de remuneraciones del país.

          Su retribución mensual no significa nada comparada con ministros, congresistas y el mismo presidente.

          Y qué mencionar a los ejecutivos del BCR,  jueces y fiscales de alto rango. El gobierno ha sido magnánimo con ellos.

          Tanto. Que, como muchos funcionarios, gozan de doble sueldo en navidad y fiestas patrias.

          Diferente a los maestros que se rompieron el alma en las aulas y hoy, pese a su avanzada edad, superviven con migajas.

          Para los profesores no hay dos sueldos. Basta con 300 soles. Que no servirá para la canasta, el pavo, panetón, ni chocolate.

          Será para comprar medicinas. Porque, siendo mayores de 70 años, no padecen una, sino varias enfermedades.

          Ahí no termina todo. Encima de sus arrugadas, huesudas y carcomidas espaldas, cargan una leyenda negra. Trágica.

          Al comienzo, por concepto de Fonahpu, reciben 340 soles dos veces al año. Pero, aunque no lo crean, ese beneficio tiene un tope.

          Para eliminarlo, los "genios" idearon una trampa. Cada año les aumentan 30 soles. Al llegar a los mil soles, pierden todo.

          Agilito, el ministerio de Economía les informa la gran noticia. Una especie de "carta de defunción".

          En pleno siglo XXI los maestros cesantes y jubilados llevan sobre sus hombros ese estigma. Esa marca indeleble. Esa ignominia.

          Aunque sea para sonreír por un instante, esperan con entusiasmo cada mes su miserable pensión.

          Esta vez, la programación marcó el jueves 15. Ese día, les dijeron: "Mañana".

          Juntaron sencillo para el taxi. Iban ansiosos. Estrellaron sus narices con el letrero en la puerta del Banco de la Nación: "Pago a jubilados el 21".

          ¡Qué triste...! ¡Es una suerte de morir a pausas...!

Una extraña coincidencia: ¡Y los asaltos continúan...!

Nota de prensa remitida a los medios. Consta le fecha 8 de agosto. Un día antes hubo dos asaltos. Una extraña coincidencia.

          Si existe algo que distingue al periodismo, es su identificación con el interés ciudadano.

          Por eso estamos detrás de las autoridades y los funcionarios para que nos comuniquen el trabajo que realizan.

          En la práctica, somos los intermediarios entre los conductores del país, la región o la provincia y la colectividad.

          Así, revelamos que en una sesión del consejo regional se desestimó un proyecto para dotar de videocámaras los buses de transporte público interprovincial.

          Como el planteamiento carecía de los requisitos exigidos, con toda razón, la mayoría votó en contra.

          Los periodistas entrevistaron a los usuarios de los buses al norte, sur e interior del departamento, quienes mostraron su discordia.

          Debido a los frecuentes robos en las carreteras, la prensa también exteriorizó su desacuerdo con la posición de los consejeros.

          Varios de ellos se sintieron aludidos. Días después, acordaron “aclarar a los medios sobre la forma errónea de cubrir la información” (?).

          El boletín que aborda el “pronunciamiento” llegó a las oficinas de redacción de los reporteros el pasado jueves 8.

          Miren lo que son las cosas. Ese mismo día, se informaba de dos nuevos cobardes atracos cometidos contra dichos vehículos.

          En la página 3, SATÉLITE publicó: Rateros asaltan bus y en la siguiente: Asaltan bus lleno de pasajeros.

          Uno fue a un ómnibus de la empresa Jaguar que cubre el servicio entre Trujillo y Casa Grande, que dejó en estado grave a una embarazada.

          El otro, siempre usando armas de fuego, se cometió contra la firma Pantursa de la línea Trujillo-Virú.

          Luego de exigir a los pilotos desviarse de su ruta, en ambos casos, los ladrones, se llevaron maletines, bultos, dinero y celulares.

          Los consejeros actúan según las normas y esperan el informe técnico y legal de Transportes para aprobar la propuesta.

          Pero, no exageren con los tiempos. Háganlo por la vida y pertenencias de los pasajeros. Las videocámaras son urgentes.

          La delincuencia no perdona. El periodismo, tampoco

El suplicio de viajar en combi

Una sola muestra del interior de una combi del servicio de transporte público en Trujillo.

          Es posible que Trujillo sea una de las escasas ciudades del mundo donde las combis son utilizadas como medio de transporte público.

          Donde se empleen, debe ser tal como salieron de la fábrica. No como sucede en nuestro medio.

          Todo empezó cuando las autoridades aprobaron la modificación de su original estructura interior. ¿Quiénes y por qué…?

          El cambio se hizo con una sola finalidad. Trasladar el mayor número de personas. Para nada se tuvo en cuenta al pasajero.

          Por eso se instalaron asientos en lugares inadecuados y hasta insólitos. Como la tabla con waipe y cuerina colocada detrás del chofer.

          Aparte de la seguidilla de asientos que obliga a sentarse apretado y con las piernas encogidas.

          La incomodidad agobia en horas punta. Suben todos los que alzan la mano en cualquier parte para ir de pie. Y pobre que lleven bultos.

          Estos vehículos fueron introducidos por corto tiempo para solucionar la urgencia de unidades móviles.

          Más de dos décadas después, el crecimiento demográfico de la población es evidente. Ahora se requieren buses con mayor capacidad.

          Sin embargo, las combis superviven. Por ser de segunda mano, la mayoría destartaladas. Tienen ventanas con lunas inmóviles.

          Con cobradores colgados de puertas aseguradas con una soga que gritan a todo pulmón la ruta.

          Complementan su tarea sacando medio cuerpo por la ventana para ver si se acerca otro carro de la misma línea.

          De ser así, empieza la persecución. El chofer imprime mayor velocidad. No le importa el reclamo de la gente. Ni dejar varados a los usuarios.

          Solo vale evitar la multa que impone la empresa. Lo demás, no interesa.

          Hace unos días, funcionarios de la Defensoría del Pueblo subieron y las inspeccionaron.

          Comprobaron que carecen de cámaras de videovigilancia y que los pilotos hablan por el celular a pesar de estar prohibido.

          Así viajan los trujillanos a diario. Y pensar que, en esas combis, quieren instalar el sistema de recaudo electrónico. ¡Qué ironía…!

Los huaicos están allí: ¡No debemos confiarnos…!

Frescos están los recuerdos de los huaicos del 2017. Dos años después, las autoridades rehúsan reunirse para prevenir
desgracias el verano próximo.

Por lo que sufrimos hace dos años, si hay algo que preocupa a los trujillanos, aparte de la delincuencia, la basura y el caos vehicular, son los huaicos.

Tenemos intactas aún las imágenes de la destrucción y pérdidas económicas, entre otras, producidas por los desbordes del 2017.

Debido a las intensas lluvias, las aguas rebasaron siete veces las quebradas de San Ildefonso, San Fernando y del León.

Cruzaron calles y avenidas de la ciudad, pasaron por la plaza de armas y llegaron hasta Víctor Larco, ante la impotencia de la gente.

Para evitar que la desgracia se repita, el gobierno creó una comisión de reconstrucción que ha hecho muy poco. El peligro subsiste.

El último viernes, la Autoridad Nacional del Agua convocó a los alcaldes de la provincia a una mesa técnica para adoptar acciones sobre el problema.

Objetivo de la reunión era coordinar las medidas adecuadas en caso que se produzca un nuevo fenómeno del Niño.

De manera específica, analizar la recuperación de cauces y fajas marginales en los ríos y quebradas que nos rodean.

Y, contra todo lo que se pueda pensar, la mayoría de los burgomaestres no acudieron. Tampoco el gobernador regional.

Demostrando total desinterés pese a la gravedad del caso, desairaron a los organizadores y a la colectividad.

En especial, a las familias de los distritos afectados. Muchas de las cuales ni siquiera se han recuperarse hasta ahora.

Esa negativa actitud mereció el justificado reclamo del Defensor del Pueblo, José Agüero Lovatón.

Precisó que estas reuniones justo son para prevenir y planificar las alternativas convenientes ante las fuerzas de la naturaleza.

Sorprende que las autoridades municipales no hayan asistido a una convocatoria de tanta importancia.

Porque dos días antes, casi todos ellos estuvieron juntos y emitieron un innecesario pronunciamiento sobre la crisis política.

Esta cita era mucho más valiosa. Se exige mayor compromiso a los alcaldes. ¿Para eso postularon...? ¡Los huaicos están allí…!

¡Vizcarra está en todas...!

Martín Vizcarra abraza a Picolo Clemente luego de entregarle la medalla de oro. (Correo).

          Por la mañana inauguró el asfaltado en un distrito de Lima. Hora y media después, ya caminaba en las arenas de Punta Rocas.

          Desde el día anterior se decía que ayer domingo Perú podía obtener seis medallas de oro en los Panamericanos y no quiso perdérselo.

          Quien estuvo al tanto de lo último para ganarse la foto del momento o el video del día, es Martín Vizcarra, el presidente.

          Ayer acudió a la playa antes del mediodía con una acolchada casaca azul. Pero, le avisaron que las preseas se entregaban al caer la tarde.

          Se fue a almorzar y regresó con una mucho más deportiva chaqueta roja y salió con su gusto. Robó cámaras y entregó medallas.

          Hace una semana hizo lo mismo con Tejeda y Pacheco ganadores de la maratón y el oro medallero.

          Guardando las distancias y el respeto que se merece el mandatario por su investidura, su actitud nos trajo a la memoria a los niños que meten la cabeza o alzan la mano cuando ven cerca a un camarógrafo.

          No cabe duda que Vizcarra quiere ser recordado por el pueblo y esa es la manera que ha escogido para hacerlo.

          Aunque, con el tiempo, no imaginamos lo que mencionarán sobre el jefe de Estado quienes escriban la historia del Perú...

¿El próximo congreso será diferente…?

Aunque  no hay ninguna garantía, anhelamos que el próximo congreso sea diferente. (Gestión).

          Muchos se frotaron las manos cuando Martín Vizcarra remató su mensaje de Fiestas Patrias anunciando el adelanto de elecciones.

Con la frase: “nos vamos todos…”, el mandatario exacerbó las masas contra el congreso con sus graves errores y se bañó de popularidad.

Hizo lo de siempre. Arremeter contra el legislativo. La estrategia ideal para un gobierno empeñado en ser aprobado en los sondeos sin hacer obras.

Obviando las consecuencias, si las cosas no funcionan, como el dueño del balón, diría: “agarro la pelota y me voy… que vengan otros jugadores…”.

No reconoció que el Ejecutivo es también responsable de la crisis política por su incapacidad de diálogo y no hallar canales de conciliación.

Si el radical pronunciamiento fue adoptado por el bien del país, existieron formas de llegar a lo mismo sin necesidad de referéndum.

Porque el resultado de esa consulta popular está casi cantada: “Todos quieren que se vayan los congresistas”.

Pero, no hubo nada de eso. Se acudió al fácil recurso que otorga porcentaje en las encuestas. Pechar al parlamento con sus debilidades.

En ningún momento se tuvo en cuenta el millonario gasto que significará improvisar dos convocatorias electorales en menos de medio año.

La decisión presidencial despertó del letargo a conocidos políticos  quienes, sonriendo, tiraron a un lado las frazadas pese al crudo frío invernal.

Sin embargo, más allá del entusiasta impacto a primera vista, surgen circunstancias de peso dignas de ser consideradas.

Como el hecho que, aparte de la inestabilidad, mientras el ministro de Economía pide tranquilidad a la población, la Bolsa de Lima acusa pérdidas.

O, la autorizada palabra de los analistas quienes sostienen que el estancamiento de la economía nacional se agudizará los meses siguientes.

Es posible que aparezcan improvisados candidatos y la izquierda, que sigue los pasos de un vecino país en diáspora, tratará de ganar preferencias.

Deseamos equivocarnos. Pero, nada garantiza que la medida solucione los problemas del Perú. Tampoco que el próximo congreso sea diferente…