Martín Vizcarra abraza a Picolo Clemente luego de entregarle la medalla de oro. (Correo).
Por
la mañana inauguró el asfaltado en un distrito de Lima. Hora y media después,
ya caminaba en las arenas de Punta Rocas.
Desde
el día anterior se decía que ayer domingo Perú podía obtener seis medallas de
oro en los Panamericanos y no quiso perdérselo.
Quien
estuvo al tanto de lo último para ganarse la foto del momento o el video del
día, es Martín Vizcarra, el presidente.
Ayer
acudió a la playa antes del mediodía con una acolchada casaca azul. Pero, le
avisaron que las preseas se entregaban al caer la tarde.
Se
fue a almorzar y regresó con una mucho más deportiva chaqueta roja y salió con
su gusto. Robó cámaras y entregó medallas.
Hace
una semana hizo lo mismo con Tejeda y Pacheco ganadores de la maratón y el oro
medallero.
Guardando
las distancias y el respeto que se merece el mandatario por su investidura, su
actitud nos trajo a la memoria a los niños que meten la cabeza o alzan la mano
cuando ven cerca a un camarógrafo.
No
cabe duda que Vizcarra quiere ser recordado por el pueblo y esa es la manera
que ha escogido para hacerlo.
Aunque,
con el tiempo, no imaginamos lo que mencionarán sobre el jefe de Estado quienes
escriban la historia del Perú...
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