Nicolás Lúcar y Gonzalo Núñez. ¡Los periodistas también lloran...!
Nicolás
Lúcar y Gonzalo Núñez son los periodistas estelares de Exitosa.
Lúcar,
con todo el caudal de experiencia, destaca en el análisis de las informaciones
de actualidad.
Núñez
hace lo mismo en el deporte con un equipo de jóvenes de características propias
del agrado del público.
Sin
embargo, hoy fue todo diferente para Corporación Universal que integra las
empresas Exitosa, La Karibeña y La Kalle.
El
gerente general Higinio Capuñay dejó de existir esta mañana y entristeció a
todos.
Nicolás
se quebró en el instante de informar sobre el luctuoso suceso.
Continuó
el mensaje póstumo de funcionarios y reporteros, a nivel nacional, expresando
su pesar por la irreparable pérdida.
Pasado
el mediodía Núñez. acongojado al extremo, abrió el programa. Siguieron los
integrantes del panel.
El
espacio, identificado por la dosis de humor que añade a los comentarios, era
otro. No se habló de fútbol.
-- No podemos sonreír siempre --expresó el
director con voz lastimera.
Luego
se animó a relatar el momento en que don Higinio le indicó que tuviera cuidado
al trasladarse en moto desde su hogar a la radio.
-- No se preocupe señor Capuñay, yo manejo
sereno. Cuidándome --respondió.
Allí
quedó la conversación. Al poco tiempo, el propietario lo llamó para enseñarle
algo.
-- Mira esto. Es tuyo --mostrándole un flamante
auto negro de lunas polarizadas.
-- Fue una sorpresa tremenda. Constituyó el
mejor regalo de mi vida --recordó.
Uno de
sus amigo agregó.
-- Nosotros lo bautizamos como "El
avispón negro".
El
diálogo fue interrumpido cuando alguien dio a conocer que Nicolás estaba en la
puerta de la radio.
Gonzalo
no esperó un segundo para hacerle una pregunta:
-- Nicolás. ¿Cómo estás...?
-- ¡Cómo voy a estar bien...! ¡Estoy con el
corazón partido...! --respondió sollozando.
Le
reveló enseguida que, para don Higinio, Gonzalo era su adoración.
Conmovedoras
palabras lanzadas al aire por Gonzalo y Nicolás quienes, conmovidos en sus
sentimientos, no cesaron elogiando al empresario.
Un
ejecutivo que, como el eslogan de la radio, era del pueblo. Uno más del grupo.
Así fue
con sus trabajadores. Lo confirmaron ambos hombres de prensa que llegaron a
derramar lágrimas.
En
ocasiones. ¡Los periodistas también
lloramos...!
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