Congreso: el monstruo aspira crecer: ¡No se cansa de dictar leyes a su favor. Plan no soluciona nada...!

Aumentar la cantidad de congresistas no es prioridad, ni soluciona nada.
     (Redes).       

            Es penoso decirlo. Pero, el Congreso continúa legislando para una realidad distinta a la nuestra. No da pie en tierra.

            Además de aprobar leyes, al por mayor, para favorecerse económicamente, agota recursos para mantenerse en la función.

            Allí están el retorno de la bicameralidad y la reelección inmediata.

            No se avergonzaron de insertar como uno de los requisitos para ser senador el haber sido congresista. Y aspectos similares.

            En el 2018, cuando la ciudadanía, a través de un referéndum, se opuso al sistema de las dos cámaras, surgió un plan que se olvidó pronto.

            Buscando la aceptación unánime, sus promotores anunciaron que ambos estamentos no alterarían la cuota de legisladores:

            Defendieron que los 130 serían divididos en 90 diputados y 40 senadores.

            Pasaban los años. Revivía la propuesta. Pero, era archivada.

            Hasta que en los primeros meses del año, de improviso, empezando la segunda legislatura, aprobaron la famosa bicameralidad.

            Todo fue tan rápido y sorpresivo, que no hubo capacidad de reacción. Era imposible dar marcha atrás. La doble cámara se había consumado.

            El parlamento quedó con 130 diputados y 60 senadores. Total: 190. Ya eran muchos.

            Ahora ,nos salen con algo diferente. El último 31 de mayo, se presentó una nueva iniciativa, sobre lo mismo. Y, en tiempo récord, ya se debate.

            Señala que en los comicios se fija el número de representantes ante el Congreso en base a un diputado por cada 160 mil electores.

            De aprobarse, se incrementarán los diputados de 130 a 158 y senadores de 60 a 79. Llegarían a 237. ¡Sin asesores...!

            El problema reside en que el aumento es progresivo. La cifra de congresistas se elevará en los procesos electorales del futuro.

            No es época de malgastar dinero. La crisis del Legislativo no es la cantidad. Es la codicia, incapacidad, desapego al interés ciudadano y vacío de valores.

            Tal como actúa, agrandarlo. no solucionará nada. NI es prioridad. 

            Es un monstruo, con leyes aprobadas a su favor y raquítico soporte popular, que quiere crecer. ¡Ya basta...!