Si
un equipo, en las escasas ocasiones que tiene, ataca y no convierte, todo se
complica. Y, si estás con diez jugadores, surgen las tinieblas.
Se
resume así lo que sucedió con Perú en el duelo que perdió ante Canadá por uno a
cero.
La
escuadra nacional padece de inefectividad y Fossati no encuentra la solución.
Está peleado con el gol. Lo demostró, una vez más, el martes.
Quispe
tuvo la más clara a los 27 del inicio. En lugar de colocarla, se la regaló al
arquero.
El
frentazo de Lapadula fue perfecto. Pero, se anuló por posición adelantada.
Hasta allí, la bicolor era superior.
La
segunda mitad vino de la mano con la expulsión de Araujo y todo se fue en
picada. Un contragolpe selló el fatídico desenlace.
Los
relevos motivaron el disparo de Cueva, 8 meses sin jugar y el tiro libre de
Guerrero, con sus 40. No hubo más.
Argentina,
ya clasificado, campeón mundial y último rival de la serie, puede acelerar el
retorno a casa.
Corzo
debe entrar por Santamría que no estuvo afortunado contra los canadienses.
Ubicar
a Grimaldo y Reyna desde el arranque, podría ser otra alternativa.
. Una
lástima que esta competencia internacional nos encuentre sin una banca con más
roce y experiencia.
Al
margen de los negativos resultados y el solitario punto en la tabla, la
blanquirroja está obligada a ofrecer una versión distinta. ¡Dar lo mejor...!
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