Lo
conocimos en la televisión. Recordamos las agresivas preguntas a los invitados
y sus opiniones al límite de lo permisible.
Sin
aviso previo, ni explicación satisfactoria, un día se esfumó de la pantalla. De
improviso. Súbitamente. Tal como apareció.
Jamás
nos enteramos del motivo de su alejamiento de un medio donde ahora algunos canales emiten programas vacíos. Para
el olvido.
Por
eso, cuando supimos que Phillip Butters ofrecería una conferencia en la Universidad Antenor Orrego, estuvimos a
la hora exacta y en primera fila.
El
vicerrector Julio Chang Lam, destacó que vivimos "inundados de
información" e invocó a los periodistas orientarse a la investigación y
opinión transparente.
Luego
entró al ruedo Butters. Algo demacrado, con muchos kilos menos de peso, pero
incisivo como siempre. Controvertido. Polémico.
Evocó
los miedos de su niñez en Trujillo. Cuando se asustaba, al borde de las
lágrimas, observando aquellos "monstruos" (las estatuas de la Plaza
de Armas).
Al
promediar su intervención señaló que, con frecuencia, manifiestan que nuestra
ciudad no tiene un referente en periodismo.
Y,
sin ningún escrúpulo, agregó: "Yo he nacido en Trujillo. ¿Quién es el
mejor periodista peruano...?. Soy yo" (?).
Phillip
confesó no ser periodista, sino administrador de empresas. Se autocalificó como
"un tipo con determinado talento y mucha suerte...".
Mencionó
las campañas que emprendió contra Manuel Burga, expresidente de la FPF, hoy
preso, Universitario, Alianza, Cienciano y Melgar, envueltos en seria crisis.
Sobre
el Mundial Rusia 2018, señaló que no iremos ni a Catar. Criticó a los
comentaristas que dicen que contra Argentina "no perdimos dos puntos, sino
ganamos uno".
"Es
como si yo te debiera tres soles y solo te pago uno...", sentenció
socarronamente.
Dio
algunos consejos a los estudiantes de periodismo. Por ejemplo, que quien hace
policiales debe conocer derecho Penal.
Recomendó
informarse antes de opinar. Todo conocimiento suma, no resta. "Si no
tienes memoria histórica, tienes a Google. Hay que leer", acotó.
Al
final de todo "el pueblo es el que nos lee, nos escucha o nos ve. Él, es
el que nos pone la nota..."
Sacó
pecho de la preferencia que tiene en una emisora limeña donde ni el presidente
se salva. Mientras muchos están de acuerdo con su gobierno, él opina que está
mal.
Indicó
que se quieren hacer los Panamericanos cuando hay gente que muere en los
hospitales y otros que no tienen qué comer o están endeudados.
"La
delincuencia aumenta. No hay imperio de la ley y eso atenta contra el
desarrollo. Ha caído el consumo de alimentos. Se debe lo que costó la
refrigeradora y hasta la comida que está adentro..."
En
su mismo estilo mordaz, le refrescamos el absurdo convenio firmado por su
emisora "que no se escucha en Trujillo", otra de difusión nacional y la
ADFP que monopoliza la trasmisión radial de los partidos del descentralizado
hasta el 2022.
Aplausos
del auditorio respaldan nuestra osadía. Iba a continuar. Entonces, ocurrió lo
inesperado. Nos interrumpió. No nos dejó terminar.
Acorralado,
contestó: "Es verdad...". Y, como consuelo, sugirió a los afectados
motivarse haciendo algo diferente. ¿Aún sin poder trasmitir...?
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