Kuczynski se desplomó y tuvo que renunciar. (Efe).
Se
veía venir desde meses atrás. Las evidencias lo arrinconaban cada vez más. Iba
en caída libre. Hasta que se desplomó y tuvo que renunciar.
El
protagonista es Pablo Kuczynski, catalogado por los analistas desde mucho antes
de asumir a la presidencia del Perú, como lobista.
Aseguran
algunos que su llegada al poder obedeció a los escasos votos de radicales
opositores a Keiko Fujimori, sin imaginar que no terminaría su gestión.
Las
denuncias contra el mandatario, que trató de desconocer desde el comienzo,
engrosaron el pedido de vacancia por incapacidad moral.
En
medio de la crisis política, se señaló el jueves 22 como el día de su presentación en el congreso
para decidir su destino.
La
situación estalló días previos con la difusión de audios y videos que revelaron
la compra de votos para evitar la vacancia a cambio de obras públicas.
Al
amanecer del miércoles, ya se hablaba de un mensaje presidencial anunciando una
renuncia que se confirmó por la tarde.
El
pronunciamiento fue cuestionado por carecer de autocrítica, no reconocer ningún
error de su parte y culpar a otros de la interrupción de su gobierno.
Kuczynski
se mantuvo en el gobierno un año y siete meses. Se fue con pena y nada de gloria, después de haber defraudado la confianza de
quienes votaron por él.
En
adelante tendrá que enfrentar a la justicia. Por lo pronto, soporta un
impedimento de salida que le prohíbe abandonar el país.
Mientras
el parlamento evalúa la aceptación de su renuncia o la vacancia, el
vicepresidente Martín Vizcarra llega de Canadá para ocupar el poder.
Según
declaraciones previas, aspira completar el mandato hasta el 2021.
Ahora
solo queda brindarle el respaldo correspondiente para que pueda cumplir su
administración con honestidad y transparencia en beneficio de la ciudadanía...
Vizcarra, Kuczynski y Araoz, en los días que todo era felicidad. (Correo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario