Protegida al máximo por cuatro custodios, Ivanka sonríe ante las cámaras y levanta la mano derecha en señal de amistad. (Perú 21).
La
VIII Cumbre de las Américas convocó en Lima a varios presidentes del
continente.
En
un momento, Donald Trump, mandatario de Estados Unidos, anunció su
participación.
Se adelantó que estaría vigilado por 500
soldados y el carro blindado, conocido como "La bestia",
caracterizado por su grueso blindaje a prueba de balas.
A
pocos días de la inauguración del magno evento, declinó hacerlo con la finalidad
de atender los problemas bélicos en Medio Oriente.
Sin
embargo, la víspera del inicio del certamen, sorprendió el arribó a la capital
peruana de Ivanka, su bella hija, asesora y empresaria.
Una
de las primeras actividades de la dama fue visitar la Bolsa de Valores de Lima
y recorrer algunas calles de la ciudad.
Participó
también en una reunión previa con empresarias emprendedoras con quienes alternó
diversas experiencias.
Enseguida
compartió sus vivencias en su cuenta de Instagram a través de la cual envió un especial
saludo al pueblo peruano
En
calidad de directora de la Oficina de Iniciativas Económicas de la Casa Blanca,
durante el certamen, disertó sobre el desarrollo económico de las mujeres de la
región.
Respondiendo
a una pregunta de los periodistas sobre el logo "América First", que
identificó en campaña a su padre, Ivanka respondió:
-
América primero, no significa América sola...
Y,
demostrando conocimiento pleno de lo que decía, añadió:
--
Para que América tenga éxito reconocemos la importancia de fortalecer las
relaciones con nuestros aliados y vecinos y trabajar juntos para apoyar la
estabilidad global, la paz y la prosperidad...
En
torno la opinión sobre su progenitor y el concepto que poseen ciertos ciudadanos
latinoamericanos acerca de él, manifestó:
--
Mi padre me ha enseñado a ser valiente, a pensar en grande, hacer siempre lo
que pienso que es correcto y no rendirme
jamás...
Así
es Ivanka Trump, las tareas que cumple en el gobierno, la idea que tiene del continente
y el mundo y los consejos que recibió de su padre.
Pero,
hay un aspecto que ningún medio a resaltado sobre la personalidad de la hija
del presidente.
Es
su sencillez y cordialidad mostrada frente al lente de los reporteros gráficos
y camarógrafos de la prensa escrita y audiovisual del Perú.
Cada
vez que salía de su alojamiento estaba acompañada por un pequeño ejército de guardaespaldas
"que muerden hasta con la mirada".
Las
acciones de protección y celo extremo eran tales, que se convertían en un
obstáculo para los medios de comunicación.
Cuidándola,
protegiéndola de cualquier intento de ataque, atentado, secuestro o amenaza, interponían la mano, el brazo, el
cuerpo. Todo.
No
obstante, Ivanka sabía que debía dejar en esta, tal vez, la única visita al
Perú en su vida, la mejor imagen suya y de su país.
Por
eso, tras las lunas de su lujoso coche blindado, sobre los hombros o entre las
manos de sus custodios, con cara de pocos amigos, aparecía con una sonrisa en
los labios.
Mientras,
a lo lejos, la gente, que la distinguía, entusiasmada atinaba a saludarla casi
gritando:
--
Es Ivanka. Es Ivanka... ¡La hija de Trump...!
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