miércoles, 2 de mayo de 2018

Antes y ahora: ¡Los tiempos cambian...!

Ahora, el selfie facilita que uno mismo capte su propia foto. (Redes).


          "Los tiempos cambian y nosotros cambiamos con ellos...", se suele decir con frecuencia. Es una expresión de la tradición latina que tiene mucho de razón.

          Y esa transformación se manifiesta de diferente manera. Aunque adquiere mayor notoriedad en las costumbres o forma de vida de la gente.

          He aquí, algunos de esos rasgos distintivos en relación  con lo que ocurría hace medio siglo o algo menos.

          -- Antes, para tomarse una fotografía era imprescindible otra persona que la plasmara. Ahora, el selfie facilita que uno mismo la consiga.

          -- Antes, en Trujillo, existían paraderos para el transporte público. Estaban en las esquinas. Ahora, se sube y baja donde se le antoja al chofer o al usuario.

          -- Antes, ver hablar o sonreír a alguien solo era sinónimo de locura. Ahora, está conversando, con el audífono en el oído, a través de un celular.

          -- Antes, los alcaldes eran pobladores honorables que no recibían sueldo. Bueno, ahora, les pagan para gobernar la ciudad.

          -- Antes, ser cartero era una ocupación. Incluso había un día en el calendario dedicado a él. Ahora, ha desaparecido. El email lo sepultó.

          -- Antes los niños corrían en las calles y los parques. Ahora, muchos solo movilizan los dedos sobre una pantalla táctil.

          -- Antes, se pedía a las autoridades colocar semáforos para ordenar el tránsito. Ahora, se exige sancionar a los choferes que no respetan el semáforo.

          -- Antes, tenían sirena solo los patrulleros, ambulancias y bomberos. Ahora, al piloto que le dé la gana, la instala, contamina la ciudad. ¡Y no pasa nada...!

          -- Antes, alguien iba a la playa y captaba fotografías de las chicas, las olas o el atardecer. Ahora, toma fotos de sus propios pies... y las "publica".

          -- Antes, se invitaba un café para charlar. Ahora, se invita igual. Pero cada persona se aísla para leer y responder los mensajes de su celular.

          -- Antes, por respeto, se bailaba a cierta distancia de la pareja y los movimientos eran moderados. Ahora, los bailes. ¿Son bailes, o...?.

          -- Antes, los padres castigaban a sus hijos por las malas notas en el colegio. Ahora, algunos reclaman al profesor por haberle calificado mal.

          -- Antes, solo el hombre podía caminar con la mano sobre el hombro de su pareja. Ahora, hay jovencitas que llevan así a sus enamorados.

          -- Antes, era casi una blasfemia que una dama alterne groserías en la conversación. Ahora, unas pocas, por un concepto errado de igualdad, las utilizan.

          -- Antes, las madres jóvenes conducían, cuidadosamente con ambas manos, el cochecito de su bebé. Ahora, algunas lo hacen solo con una. En la otra, dialogan por el celular.

          -- Antes, hablar y escribir con corrección era obligatorio. Formaba parte de la personalidad. Ahora, el idioma experimenta el más agresivo atropello de la historia.

          -- La delincuencia ha variado también. Antes se empleaban armas de fuego para cometer asaltos millonarios. Ahora, se usan para robar un celular.

          -- Antes, podíamos movilizarnos en bus leyendo un periódico con la mayor tranquilidad. Ahora, vamos rogando que no nos asalten.

          -- Antes, nos despedíamos con la frase: ¡Que te vaya bien...!. Ahora,  decimos: ¡Cuídate...!

          Es cierto. ¡Los tiempos han cambiado...!

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