viernes, 11 de mayo de 2018

Víctor Hugo Paredes: ¡Y su aporte a SATÉLITE...!

Víctor Hugo Paredes, en una foto del autor de este blog, meses antes de su inesperada partida.
          Tres años se cumplen, mañana 12 de mayo, de la última vez que compartimos con Víctor Hugo Paredes Florián, exdirector de SATÉLITE.

          Amigo de toda la vida y, sobre todo, excelente periodista. Mantuvo durante casi tres décadas la conducción de este vespertino.

          Llegó a esta casa editora siendo aún muy joven. Venía con la experiencia adquirida como reportero en un canal de televisión local

          Con esa pupila para encontrar talentos que lo caracterizaba, el "Chino Loli", Lorenzo Kcomt Kooseng, lo trajo a SATÉLITE y se quedó para siempre.

          Desde el primer día como redactor, se interesó por la búsqueda de la noticia e investigación de los hechos que así lo requerían.

          Con el transcurrir del tiempo, la empresa le encomendó la dirección del diario.

          Desde el momento que asumió esa responsabilidad. Lo hizo con el mejor de los propósitos. Dio todo de sí. El periodismo era su pasión.

          Su preocupación se concentró en ofrecer la noticia de último momento. El suceso más fresco de la mañana y el acontecimiento de mayor impacto.

          Ese interés de su parte era constante. Permanente. La "salsa" que le daba el sabor a nuestra publicación cada tarde.

          El resultado se reflejó en el interés de sus lectores y seguidores. Tuvimos que aumentar el tiraje para colmar sus expectativas.

          Aquel comprensible afán hizo que SATÉLITE se convirtiera en el preferido de los trujillanos y lo más importante en la vida de su director.

          Víctor Hugo fue el hombre que nació, con un periódico bajo el brazo, en el cálido y apacible pueblito de Cajanleque enclavado en el valle Chicama.

          Una acogedora población a la que recordaba con especial cariño y consideración. Hay numerosas anécdotas que lo confirman.

          Como aquella que hacía alusión a una maratón organizada con motivo del aniversario de la fundación de su tierra natal.

          "Los atletas recorrerán las avenidas principales de la ciudad y cruzarán el río que rodea la población...", comentó alguna vez.

          "Tengo que hablar bonito de mi pueblo aunque aún no haya avenidas y sea una acequia lo que pasa cerca...", comentaba entre risas..

          Franco, sincero, sencillo, alegre y leal. A pesar del cargo que desempeñó, traslucía su humildad.

          Solía evocar las limitaciones de la infancia. Cuando acudía descalzo a la escuelita fiscal donde aprendió las primeras letras. Una circunstancia que no lo avergonzó.

          Ya en el escritorio y frente al ordenador, cumpliendo su trabajo,  se transformaba.

          Chequeaba el cuadro de las últimas comisiones dejadas la tarde del día anterior y verificaba su cumplimiento.

          Llamaba o disponía hablar con los contactos de las comisarías, hospitales y la compañía de bomberos.         

          Verificaba las agencias de noticias por internet y ordenaba redactar las notas de las página dos y tres con las fotos adjuntas.

          Llegaba así la hora del cierre de edición. Los minutos de mayor tensión. Cuando la adrenalina sube al tope. Es el clímax en la edición de un periódico.

          Aquel que se vive el SATÉLITE todos los días entre las diez y once y media de la mañana.

          "Ven a verme después de cerrar o llámame al mediodía. Nunca antes...", recomendaba a los amigos cuando preguntaban por él.

          Así era Víctor Hugo Paredes, quien representa un significativo aporte para que SATÉLITE sea su periódico favorito...

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