sábado, 26 de mayo de 2018

Aumento de tarifas: ¡Un nocaut al pueblo...!

Aumento de los pasajes en Trujillo ha originado un grave problema social que merece inmediata solución. (Redes).

          Desde el momento que Martín Vizcarra asumió la presidencia del Perú recibió el respaldo de todos los frentes y el apoyo de la ciudadanía.

          En su afán de recaudar fondos, aplicó una serie de impuestos calificados por algunos analistas como "medidas desesperadas".

          Fue en la víspera del Día de la Madre. Aprovechando que todos nos alistábamos para celebrarlo, que el gobierno nos dio una ingrata sorpresa.

          Aumentó el Impuesto Selectivo al Consumo en las gaseosas, licores y cigarrillos, que puede aceptarse. Pero añadió la gasolina.

          El incremento del combustible, según el dispositivo, afecta en mayor grado a los vehículos usados por ser los más contaminantes.

          Entrevistado un vocero autorizado del Banco Central de Reserva, informó que la medida no afecta  al gas licuado de petróleo, ni al GNV.

          Por lo tanto, explicó, los vehículos de transporte público y taxis que lo utilizan "no tendrían razón para reajustar el precio de los pasajes".

          Sin embargo, en Trujillo ocurrió todo lo contrario. Transcurrida una semana, las empresas elevaron las tarifas de manera desproporcionada.

          Pese a que el incremento al diesel impacta solo al 4% del valor final, los pasajes subieron en un 40 y 60 por ciento.

          Los empresarios aducen diversos motivos vinculados a aditivos y llantas. No obstante, los pasajeros resultan los perjudicados.

          Aunque Usted no lo crea, hay gente que vive del día a día y esa moneda de más que hoy paga, mañana le hará falta.

          Algunos, que por su propia condición, salen de sus casas con el dinero justo, reclamaron y fueron descendidos de los vehículos.

          Ante el atropello, Ever Cadenillas, gerente regional de Transportes, fue el primero en identificarse con la ciudadanía.

          Refirió que las normas le impiden intervenir, pero invocó la acción de la Defensoría del Pueblo e Indecopi para proteger a los usuarios.

          La población estima que un reajuste es injusto teniendo en cuenta que el servicio que ofrecen los micros y combis es deficiente.

          No se explica la circulación de carros con más de cuarenta años de antigüedad, que parecen vitrinas, con asientos rotos y pasamanos oxidados.

          Tampoco que continúen en servicio las combis que, de manera increíble, fueron autorizadas para modificar su original estructura interior.

          Unidades fabricadas para transportar cómodamente ocho personas, trasladan más de veinte, incluyendo las paradas, debido a esos cambios.

          Como es lógico, si hay mayor demanda, deben incorporarse buses de mayor capacidad y no insistir en lo mismo.

          La actitud adoptada por los transportistas contradice lo que acaba de expresar Vizcarra en Huánuco.

          Aseguró que "de ninguna manera aplicará impuestos a los sectores de la población que menos tienen, a los más pobres..."

          Lo cierto es que la subida de los pasajes ha originado un grave problema social que merece inmediata solución.

          Por ahora, se anuncia una mesa de concertación entre voceros de la ciudadanía y los empresarios buscando un acuerdo.

          En medio de la borrasca, ciertos comités declinaron y volvieron a cobrar un sol desde el jueves. ¿Seguirán los otros el mismo ejemplo...?

          Siendo sinónimo de acto innoble o traición, el aumento de las tarifas es considerado como un nocaut al pueblo...

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