martes, 30 de octubre de 2018

¡Esfuérzate. No te rindas...!: La atleta que llegó gateando

La atleta japonesa Lida Rei, arrastrándose, se esfuerza por llegar al punto de entrega de la posta. La palabra Gambatte es un estímulo para no rendirse. (Facebook).

     La maratón es una prueba mundialmente conocida que consta en cubrir corriendo una distancia del 142 kilómetros.

          En Japón se practica y tiene, además, un agregado propio llamado Ekiden porque se realiza con seis relevos.

          El fin de semana se realizó la competencia femenina en la prefectura de Fukuoka, al sur del archipiélago.

          Todo marchaba bien hasta que, faltando unos 200 metros para llegar al punto de entregar la posta, la atleta Lida Rei, tras una caída, se fracturó la pierna.

          Y, cuando el jefe de equipo le sugirió abandonar la competencia, la joven se resistió obedecer.

          Permaneció de rodillas y, ante la sorpresa de los asistentes, soportando el intenso dolor, decidió seguir.      

          Al verla sangrar, por el roce sobre el asfalto, su grupo volvió a pedirle desistir. Pero, no hizo caso. Continuó.

          Gateando. Tan rápido como sus fuerzas le permitían, logró entregar la prenda a su compañera que intentaba ocultar las lágrimas.

          La escena fue dramática. Conmovedora. Lida había cumplido el objetivo.

          Las imágenes de la original maratón, denominada Princesa Ekiden, porque incluyó solo a mujeres, han dado la vuelta al mundo.

          En especial el crucial momento, fuera de lo común, protagonizado por esta muchacha.

          Su férrea actitud se sustenta en algo propio de la educación y la cultura japonesa resumida en una sola palabra.

          "Gambatte" es el término lingüístico utilizado en Japón para estimular y dar ánimo a las personas que inician una tarea importante.

          El vocablo significa "¡Pon de tu parte el mayor esfuerzo...!", "¡Da lo mejor de ti mismo...!", "¡Esfuérzate al máximo. No te rindas...!".

          Los japoneses emplean esa voz, poseedora de un encanto casi mágico, en todas las actividades que emprenden.

          Tal vez fue ese estímulo aquello que les permitió renacer de las cenizas después de la Segunda Guerra Mundial.

          Antes de cumplirse 20 años de la catástrofe, ya organizaban los Juegos Olímpicos de Tokio e inauguraban el primer tren bala del mundo.

          Estas interesantes circunstancias emergieron al presente motivadas por la atleta que el domingo llegó arrastrándose a la meta...

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