Grave error cometió el gobierno al omitir el aumento de sueldo a los maestros cesantes y jubilados.
Una buena noticia para los profesores. A partir de este mes recibirán un significativo aumento de haberes.
El ministerio de Economía aprobó el incremento que les
permitirá bordear los dos mil soles.
“Este es un gran avance en cuanto a la recuperación
económica de los docentes…”, declaró el secretario de comunicaciones del Sutep.
Desde hace un tiempo, dicho organismo sindical reclama que
la remuneración mensual debe ser el sesenta por ciento de una UIT.
En tal sentido, el pago mínimo que cada profesor debería
recibir es de 2,430 soles.
El Sutep consigue su objetivo luego de numerosas
paralizaciones de labores, protestas, marchas y gritos.
Para lograrlo fue mucho más allá. Meses atrás concretó sus
pedidos ante una mesa de trato directo que integró con el Ejecutivo.
Y, días antes de la segunda vuelta, firmó un acuerdo con el
entonces candidato Pablo Kuczynski, que el salario de los docentes no debería
ser menos de dos mil soles.
Esta entrega corresponde al primer tramo de mejoras
ofrecidas por el gobierno. El año próximo habrá otro.
Bien por ellos. Lo cierto es que, antes del primer año de
mandato, el presidente cumple con su palabra.
Pero, ambos cometieron un gravísimo error. En ningún
momento tuvieron en cuenta a los maestros jubilados. A quienes los educaron.
No consideraron que, por su avanzada edad, aunque lo
desearan, no están en condiciones de reclamar, lanzar proclamas ni, mucho
menos, hacer marchas.
Carecen de la fuerza y vitalidad de sus colegas en
actividad porque sufren varias enfermedades y lo que reciben no les alcanza
para curar sus males.
Los cesantes y
jubilados del magisterio están postrados en cuanto a remuneraciones.
Desde el año 2004 que Toledo, ahora perseguido por la justicia
peruana, les arrebató la célula viva, quedaron al margen de todo beneficio.
Perdón. Si. Tienen uno. Lo reciben anualmente. Es de 20 o
30 soles y el gobierno lo anuncia cada mes de enero como un “gran aporte”.
Sin embargo, es una alza fatídica. Funesta. Cuando el
sueldo llega a los mil soles el interesado pierde, de manera automática, el
Fonahpu.
Se trata de 320 soles que cobran los jubilados dos veces al
año. La condición es no alcanzar los mil soles en su boleta de pago.
La disposición rige desde hace casi dos décadas. Época en
que el costo de vida era mucho menor que ahora.
Todo ese tiempo, los pensionistas afrontan tan serio problema
ante la indiferencia de sucesivas administraciones gubernamentales.
Toledo cerró con los aumentos, García ratificó la ley,
Humala la confirmó y para Kucsynski, los maestros cesantes y jubilados no existen.
Por su parte el Sutep, como gremio, únicamente busca
defender y solucionar sus propios intereses.
Y allí están los docentes jubilados. Recordando su paso por
las aulas, los puntos saltantes de cada lección o al más palomilla del salón.
La tiza, la mota, la pizarra y los libros fueron sus únicos
compañeros y los alumnos, a quienes dieron sus mejores días, el mayor legado a
la sociedad.
Olvidados por el gobierno, los congresistas, las
autoridades y la comunidad, solo aspiran a un sueldo decoroso.
No les quiten lo que tienen. Ellos, también merecen un
aumento para poder vivir con dignidad sus últimos días…
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