sábado, 13 de mayo de 2017

Víctor Hugo: ¡Tú, no te has ido...!

Víctor Hugo Paredes, exdirector de Satélite, en una imagen captada por el autor de este blog en una de las últimas entrevistas concedidas.


          Dos años se cumplen del día más triste en la historia del único vespertino del Perú. La partida de su exdirector Víctor Hugo Paredes Florián.

          El conductor de SATÉLITE por más de un cuarto de siglo. El osado periodista con peculiar olfato para encontrar la noticia aún donde parecía que no había nada interesante.

          Aquel hombre que al terminar la secundaria en el renombrado Instituto Moderno pensaba en grande. Aspiraba embarcarse en la carrera diplomática. Para ello estudiaba idiomas en la Universidad Nacional.

          Pero, por esas cosas que solo depara el destino, un día ingresó a la sala de redacción de un desaparecido diario y pasó enseguida a escribir para un canal de televisión local. Empezaba su idilio con la información.

          Conoció allí a Orlando Sánchez Castro, compañero de trabajo del autor de esta nota en el diario La Industria durante la lejana década del sesenta.

          Orlando era reportero gráfico del vice decano de la prensa nacional y fue contratado para dirigir La Noticia Gráfica. Un programa a base de fotografías estáticas en blanco y negro, pues aún no existían las fotos a colores.

          Tampoco había la capacidad profesional y tecnológica para emitir grabaciones en diferido, ni mucho menos trasmisiones en vivo como se estila en la actualidad.

          El trabajo periodístico de Víctor Hugo consistía en estructurar los textos de dichas ilustraciones para ser leídos cuando se lanzaban a la pantalla de plata.

          SATÉLITE ya estaba en circulación bajo la dirección de Lorenzo Kcomt Kooseng, quien salió de la Universidad de Trujillo con su título bajo el brazo y encontró el refugio ideal en ese periódico de la tarde.

          "El chino Loli",  como le decíamos todos, necesitaba un hombre de apoyo. Un redactor punzante, incisivo y mordaz. Entonces pensó en Víctor Hugo y lo trajo a la redacción.

          Por las condiciones demostradas, se le entregó el difícil cargo de jefe de informaciones en el que se desempeñó a satisfacción.       

          Fue al compás del inconfundible traqueteo de las ahora antiguas y obsoletas máquinas de escribir Olimpia y Olivetti que el menudo redactor comenzó a fortalecerse en el tratamiento noticioso.

          Bajo la guía de Loli y los libros que pudo conseguir por su cuenta, se fue consolidando de manera paulatina. Fue un auténtico autodidacta.

          Participó en eventos que, por aquel entonces, organizaba la Sociedad Interamericana de Prensa y se especializó en reportajes.

          Con ese soporte, publicó uno en homenaje al héroe Miguel Grau que le permitió obtener el premio nacional de periodismo. Ya estaba en condiciones para competir en las ligas mayores

          A punta de exigencias y esfuerzo personal  lo logró. Y vaya a ver usted en qué forma. Se convirtió en uno de los periodistas de más respeto en el medio.

          Por eso, cuando sucedió el descanso de Kcomt, No hubo necesidad de pensarlo mucho para delegarle funciones ejecutivas en el máximo nivel. Recibió la posta en la dirección de SATÉLITE.

          Era la oportunidad propicia de plasmar en la práctica aquel torbellino de ideas que tenía reservado para el momento adecuado.

          Una de ellas fue romper el tradicional diseño de la primera y última páginas. Yendo contra las normas vigentes las unió en una sola invirtiendo la diagramación.

          Se ganó así mayor espacio para que los titulares y fotos de más  impacto en Trujillo y la región se captaran de un solo vistazo. Algo desacostumbrado en los tabloides.

          Con su recordado y particular estilo de dirigirse al equipo de redacción, Víctor Hugo le solicitó en forma grupal e individual intensificar la dosis de dedicación, esfuerzo y  responsabilidad.

          Coordinando con las secciones  de diseño gráfico, composición e impresión, se amplió al máximo la hora del cierre para incluir la última noticia importante de la mañana.

          Los resultados se manifestaron de inmediato. La demanda se incrementó y tuvo que aumentarse el tiraje debido a la preferencia mayoritaria de los lectores.

          En forma simultánea, el exdirector tenía algunas metas personales Considerar que el final de su ciclo en SATÉLITE podía estar cerca, era una de ellas.

          Fue la confesión que nos hizo aquel sábado que estuvimos juntos después del cierre de edición y terminamos en una parrillada de la calle Carrión donde se molestó con el encargado de la música porque no tenía “Caballo viejo”, su tema favorito.

-- Freddy --dijo mientras me mostraba una botella de vino con su foto y su nombre que le había regalado un amigo-- quiero escribir sobre toda mi trayectoria periodística sin ocultar nada en absoluto.

-- Tú sabes que nadie es eterno. Pronto tendré que irme. Por eso mi preocupación es ver quién podría quedarse en mi lugar. Quisiera prepararlo desde ahora para ese momento.

-- Buena idea. No dejes de hacerlo-- le respondí.

Estuvimos desde antes del mediodía hasta pasadas las cinco de la tarde. Nunca imaginé que sería el diálogo postrero que sostendría con él

Transcurrieron algunos meses y vino lo de la enfermedad que lo postró en cama. Durante ese tiempo, no tuve la valentía para ir a verlo.

Lo llamé a su celular varias veces sin obtener respuesta. Está descansando. Debe reposar, supuse siempre.

Hasta que pasadas las once de la mañana del 12 de mayo, hace dos años, la fiel compañera Carmen Rodríguez me dio la noticia que nunca esperé escuchar.

Víctor Hugo Paredes. Tu vida alcanzó una etapa que todos debemos cumplir de manera inexcusable.

Sin embargo, tus enseñanzas, tu sencillez y tu irrefutable pasión por el periodismo permanece en cada rincón de SATÉLITE y el corazón de tus seres queridos.

Continúas presente como una fuerza simbólica que irradia sobre nosotros y nos anima a seguir en la lucha. Perseverar en lo que hacemos en pos de lograr las metas trazadas.

Para ser sincero en unas cuantas palabras. Víctor Hugo. Querido amigo. ¡Tú, no te has ido…!  
                                      
Página especial del vespertino SATÉLITE del viernes 12 de mayo del 2017, donde consta nuestro homenaje a su exdirector e
inolvidable amigo Víctor Hugo Paredes.


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