jueves, 19 de octubre de 2017

"Ni con el pétalo...": ¡Aquella frase mística...!



          Sostienen los especialistas que no es conveniente comparar una generación con otra. Decir, por ejemplo, que "todo tiempo pasado fue mejor..."

          Quizá tengan razón. Pero quienes pertenecemos a la gente de ese "tiempo pasado", vivimos momentos que ahora extrañamos.

          Como aquellos del saludo con una sonrisa, el papel inservible al bolsillo, el ceder la vereda en la calle y el asiento a los adultos en un ómnibus, entre otros.

          Esa época donde una madre es la verdadera reina del hogar y las damas, en general, son comparadas con las flores de la primavera.

          El respeto a las mujeres alcanzó tal grado de valoración que nacieron numerosas expresiones dedicadas a destacar esa virtud.

          Una evidencia de lo afirmado constituye el proverbio persa: "No hieras a una mujer, ni con el pétalo de una rosa..."

          Ya en el siglo XX, el renombrado poeta chileno Amado Nervo complementó la cita: "No la hieras, ni con el pensamiento..."

          Tales vivencias y lecturas contrastan en grado sumo con las imágenes que causan estupor donde un hombrón arrastra de los cabellos a una joven en la vía pública.

          La escena era para crispar los nervios a cualquiera. ¿Qué haría usted si estaría cerca...? No lo diga. ¡Ya nos imaginamos...!

          Enseguida, aparece el abogado del agresor declarando que no la arrastró "solo la estaba jaloneando..." ¿Y lo que todos vimos...?

          Y, al día siguiente, el mismo profesional, mostrando que "cumple" su labor a cabalidad, dijo que en la legislación antes, esa vil acción, "era solo una faltita...".

          La situación adquirió caracteres dramáticos cuando se difundieron las declaraciones de una congresista que preside la comisión Mujer y Familia.

          Antes que ocurriera el caso de la chica arrastrada, manifestó que las damas muchas veces dan oportunidad para ser agredidas.

          Señaló que una muchacha puede sacar "de contexto a un agresor que es absolutamente sano..." (?).

          Puso como ejemplo que es una especie de provocación decir que ella desea terminar la relación o lo está traicionando.

          Añadió que: "esas frases nunca deben ser usadas por una mujer porque podrían, sin querer queriendo, exacerbar los ánimos de una persona..."

          Sus palabras, que demuestran absoluta falta de sensibilidad y la escasa formación de algunos parlamentarios, incendiaron la pradera.

          Las críticas adversas fueron lanzadas desde todos los flancos. Incluso por los militantes de su propio partido.

          Como era de esperar, colegas de otras bancadas le pidieron que renuncie a la comisión que integra. Se opuso. Al final tuvo que hacerlo.

          La Defensoría del Pueblo dio a conocer su posición indicando que lamenta las declaraciones de la congresista.

          Al margen de eso, es del caso señalar que toda relación humana parte del principio del respeto mutuo. Mucho más, si se trata de una vinculación sentimental.

          Por eso es indispensable que la pareja se conozca de verdad y ante el primer intento de agresión, cortar a tiempo.

          Común es la sentencia que "Un hombre avanza tanto como una mujer se lo permite...". Es una gran verdad.

          Recuerden esta otra de Eleanor Roosevelt: "Nadie puede herirte sin tu consentimiento..."

          Pero, yo me quedo con: "No hieras a una mujer, con el pétalo de una rosa, ni con el pensamiento...". Es una frase mística...

No hay comentarios:

Publicar un comentario