Jimmy Santy, cuando era ídolo, el autor de este blog y Claudio Montes, en el primer hall del hotel San Martín de Trujillo, allá por el año 1964...
Dicen
que el mundo es chico y el tiempo se acorta cuando brotan los recuerdos.
Lo
viví en carne propia anoche. Cuando me enteré que Jimmy Santy, el cantante de
la nueva ola que ilusionó a las jovencitas de la década del sesenta, vino a
Trujillo.
Motivado
por la trascendencia del Concurso Nacional de la Marinera estuvo presente en el
coliseo cerrado Gran Chimú la fecha final.
Los
pocos periodistas que supieron de la fama que gozó, lo abordaron.
"El muchacho de la eterna sonrisa",
como se le conoció en su mejor época, mencionó a su amigo, el cantante mexicano
José José que se encuentra postrado por una grave afección.
Compañero
de aventuras desde hace muchos años, indicó que le prometió estar en estos
momentos difíciles y pronto viajará a tierra azteca.
Incluso
interpretó los versos de uno de sus temas: "Espera
un poco, un poquito más..." ("para llenarte de felicidad...").
Escuchar la voz de
Jimmy en una emisora local, me trasladó al lejano 1964, cuando era redactor
principal del diario La Industria y escribía, como hobby, la original columna
musical "El Hit del Momento".
Salía
los martes de cada semana y se caracterizó por ofrecer a los adolescentes y
jóvenes la letra de las canciones de más impacto. Generalmente, baladas. Esas que hoy suenan en varias emisoras capitalinas.
La sección musical revolucionó el periodismo de entonces. Ningún periódico lo había hecho antes. La Industria ganó un sector de lectores juveniles con su publicación.
La sección musical revolucionó el periodismo de entonces. Ningún periódico lo había hecho antes. La Industria ganó un sector de lectores juveniles con su publicación.
Jimmy
era ídolo en Lima y, un día, su promotor, el argentino Claudio Montes, programó
presentaciones en nuestra ciudad.
Actuó tres días consecutivos en canal 6 tv, cuando se trasmitían las imágenes en blanco y negro. No
existía la televisión a color como ahora. Tampoco las fotografías.
Daniel
Gordillo Jara, el director del diario, me pidió que lo entrevistara. El diálogo
fue en el hotel San Martín, en la sétima cuadra del jirón del mismo nombre.
La
nota salió publicada con varias fotos en una improvisada página de espectáculos.
Nos
hicimos tan amigos que, en una de sus giras, apareció de sorpresa en mi casa. En
la cuadra dos de Diego de Almagro, donde vivía con mi madre..
Ese
día, las chicas hicieron un alboroto en el barrio. Casi rompen la puerta para
ingresar y solicitarle un autógrafo.
En
la década del ochenta, siempre en La Industria, con la dirección de Julio Lázaro Villacorta, lo volví a entrevistar en el hotel de Turistas, hoy
Libertador. Hablamos de todo. Fue la última vez que nos vimos.
Volver a escuchar
tu voz, fue una razón especial para recordarte. Donde estés. Un saludo especial
para ti, estimado Jimmy...
No hay comentarios:
Publicar un comentario