jueves, 4 de enero de 2018

¡El inocente rostro de la guerra...!

Los hermanitos de Nagasaki tras el estallido de la bomba atómica. Ellos representan el inocente rostro de la guerra...

          Pese a que solo traen destrucción y muerte, la historia de la humanidad ha estado signada por los conflictos bélicos.

          Todas las contiendas solo dejaron como crudo testimonio el dolor y la desgracia.

          Dramáticas escenas capturadas por fotógrafos destacados al frente de batalla, así lo revelan.

          Tal como una de las numerosas fotos tomadas por  Joe O'Donnell luego del estallido de la bomba atómica en la ciudad japonesa de Nagasaki.

          Presenta a un pequeño de unos diez años. Firme. Con gesto hierático. La mirada fija. Inmutable. Pelo corto. Mordiéndose los labios.

          Un cincho negro cruza su pecho sobre los hombros. Atado lo suficiente fuerte para sostener en la espalda el inerte cuerpecito de un niño de unos dos años.

          Era el hermanito menor. Su madre, posiblemente, lo sujetó y le encomendó llevarlo al lugar donde se incineraban los cadáveres.

          Una vida trunca. Una inocente víctima que no llegó a vivir y conocer este planeta donde, de manera increíble, los hombres se matan entre sí.

          Mientras unos países promueven las acciones beligerantes, millones imploran el fin de las guerras y apoyan campañas por la abolición de las armas nucleares.

          ¿Podremos gozar algún día de un mundo de paz...?

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