Personas que llegaron del norte a Trujillo y pernoctaron en el colegio San Juan para ver al Papa Francisco, salen al amanecer.
Nunca, como en esta oportunidad, se ha visto tal desplazamiento de personas en Trujillo con motivo de la visita del Papa Francisco.
En
su corto periplo de cuatro días en el país, hoy visitará nuestra ciudad.
Durante
mañana y tarde oficiará una misa multitudinaria en Huanchaco, estará con los
damnificados del fenómeno del Niño Costero en Víctor Larco y llegará a la Plaza
de Armas donde ofrecerá un Encuentro Mariano.
Al
atardecer retornará a Lima.
El
acontecimiento, que ocurre después de más de treinta años, ha concentrado en
Trujillo a miles de feligreses.
La
mayoría procede de los departamentos del norte del país. También hay ciudadanos
ecuatorianos y colombianos.
No
faltaron los fervientes devotos de vírgenes y santos que, en los días previos, trajeron
sus imágenes del interior para ser bendecidas por el Papa.
Tal
cantidad de personas superó la capacidad hotelera local habiéndose tenido de
habilitar lugares públicos para albergarlos y logren pasar la noche.
Hubo
quienes decidieron pernoctar en la misma Plaza de Armas ofreciendo un
espectáculo sin precedentes.
Algunos
centros educativos estatales, como el colegio nacional de San Juan, brindaron
gratuitamente sus instalaciones.
Algo
muy pocas veces visto. Todo, por conocer al máximo representante de la iglesia
católica, escuchar su mensaje de esperanza y recibir su sagrada bendición.
Bien
dicen que la fe mueve montañas.
Ojalá
que la presencia del santo padre marque un punto de quiebre en la política
nacional y en los propios peruanos haciéndonos más unidos, responsables y honestos.
Aceptar
que la ambición por las cosas materiales, el ansia de conseguir dinero
fácil y la "viveza criolla",
constituyen parte de la problemática del Perú.
Que
la visita de Francisco nos haga reflexionar de verdad, recordar que tenemos
gente laboriosa, una tierra de promisión y que debemos trabajar por el bienestar
y progreso...
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