En vísperas del Día de la Madre, la
mamá de Gallese se dirigió a Pérez, el futbolista que lo insultó mencionándola. (Redes).
Tenemos
que aceptarlo. El insulto instantáneo ante una persona que nos ha hecho algo inaceptable, es mencionarle a su madre.
Si.
El ser humano más querido de la Tierra. Quien nos dio la vida. La mujer de quien
se dice que, más que ella, tan solo está Dios.
Por
eso se puede afirmar, sin lugar a dudas, que pronunciar su nombre en un conflicto, es
uno de los mayores agravios que puede expresar el ser humano.
Sucede
dentro de un ambiente de discusión o violencia al que, en circunstancias, se
arriba en la comunicación interpersonal.
Es
una frase hiriente y dolorosa porque incide de manera directa en el honor
individual y familiar.
Según
ciertos autores, esa gravísima frase fue heredada por nuestros antepasados
desde la época de la conquista.
Y,
para incomodidad de las madres, quedó instituida en el mundo en que vivimos hasta
a actualidad.
Ubiquémonos
hoy, en el Día de la Madre, a lado de ellas. ¿Qué siente una progenitora cuando
escucha que la mencionan sin ninguna razón...?
Analicemos
un partido de fútbol. En marzo último, Alianza Lima ganaba a River Plate por la
Copa Libertadores y faltaba poco para terminar.
Después
de una acción peligrosa Pedro Gallese, el arquero de la selección, cayó al
suelo y demoró un ratito en levantarse.
Enzo
Pérez, jugador argentino, corrió varios metros de la cancha para acercarse e
increparlo repetidas veces mentándole la madre.
El
agravio lo escuchó todo el mundo. Porque habían micrófonos muy cerca. Peor aún,
el árbitro no sancionó al agresor.
Como
es lógico. La mamá de Gallese, que veía el duelo por televisión, percibió el
insulto sorprendida. ¿Se imaginan cómo se sentiría...?
A
poco más de dos meses de esa triste experiencia y, con motivo de celebrarse su
día, pronunció unas palabras dirigidas al futbolista gaucho.
Emocionada,
habla de los desvelos y el esfuerzo diario de ambos jugadores, cuando eran
chicos, contando con el apoyo de sus padres.
Recuerda
el tiempo de la infancia y juventud. Cuando tenían, tal como ocurre ahora mismo,
a su madre como la más ferviente hincha.
En
la parte sustancial del mensaje, que se observa en la televisión, la señora se
refiere a Pérez de manera reflexiva:
"Enzo, hace una
semanas, tú te acordaste de mí. Ahora,
yo quiero acordarme de tu madre..."
"No la conozco,
pero sé, que es una gran mujer. Porque si tu amor por el fútbol es grande, el
amor por tu madre es incalculable..."
"Por eso, querido
Enzo, si vas a hablar de una madre en el fútbol, que sea de su amor
incondicional..."
Un estilo elegante
de darle un jalón de orejas al deportista que, por un momento, olvidó sus
orígenes maternales.
Y,
un modo inteligente de recordar a la gente que todos procedemos del vientre de
una madre.
Por
lo tanto, todas ellas son sagradas y merecen el respeto y consideración de la
sociedad.
Cuando
usted tenga un problema con otra persona, dígale lo que quiera. Pero, por
favor, no ultraje el divino nombre de una madre...
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