viernes, 10 de mayo de 2019

¡Jamás menciones el nombre de una madre en vano...!

En vísperas del Día de la Madre, la mamá de Gallese se dirigió a Pérez, el futbolista que lo insultó mencionándola. (Redes).
          Tenemos que aceptarlo. El insulto instantáneo ante una persona que nos ha hecho algo inaceptable, es mencionarle a su madre.

          Si. El ser humano más querido de la Tierra. Quien nos dio la vida. La mujer de quien se dice que, más que ella, tan solo está Dios.

          Por eso se puede afirmar, sin lugar a dudas,  que pronunciar su nombre en un conflicto, es uno de los mayores agravios que puede expresar el ser humano.

          Sucede dentro de un ambiente de discusión o violencia al que, en circunstancias, se arriba en la comunicación interpersonal.

          Es una frase hiriente y dolorosa porque incide de manera directa en el honor individual y familiar.

          Según ciertos autores, esa gravísima frase fue heredada por nuestros antepasados desde la época de la conquista.

          Y, para incomodidad de las madres, quedó instituida en el mundo en que vivimos hasta a actualidad.

          Ubiquémonos hoy, en el Día de la Madre, a lado de ellas. ¿Qué siente una progenitora cuando escucha que la mencionan sin ninguna razón...?

          Analicemos un partido de fútbol. En marzo último, Alianza Lima ganaba a River Plate por la Copa Libertadores y faltaba poco para terminar.

          Después de una acción peligrosa Pedro Gallese, el arquero de la selección, cayó al suelo y demoró un ratito en levantarse.

          Enzo Pérez, jugador argentino, corrió varios metros de la cancha para acercarse e increparlo repetidas veces mentándole la madre.

          El agravio lo escuchó todo el mundo. Porque habían micrófonos muy cerca. Peor aún, el árbitro no sancionó al agresor.

          Como es lógico. La mamá de Gallese, que veía el duelo por televisión, percibió el insulto sorprendida. ¿Se imaginan cómo se sentiría...?

          A poco más de dos meses de esa triste experiencia y, con motivo de celebrarse su día, pronunció unas palabras dirigidas al futbolista gaucho.

          Emocionada, habla de los desvelos y el esfuerzo diario de ambos jugadores, cuando eran chicos, contando con el apoyo de sus padres.

          Recuerda el tiempo de la infancia y juventud. Cuando tenían, tal como ocurre ahora mismo, a su madre como la más ferviente hincha.

          En la parte sustancial del mensaje, que se observa en la televisión, la señora se refiere a Pérez de manera reflexiva:

          "Enzo, hace una semanas, tú te acordaste de mí.  Ahora, yo quiero acordarme de tu madre..."

          "No la conozco, pero sé, que es una gran mujer. Porque si tu amor por el fútbol es grande, el amor por tu madre es incalculable..."

          "Por eso, querido Enzo, si vas a hablar de una madre en el fútbol, que sea de su amor incondicional..."

          Un estilo elegante de darle un jalón de orejas al deportista que, por un momento, olvidó sus orígenes maternales.

          Y, un modo inteligente de recordar a la gente que todos procedemos del vientre de una madre.

          Por lo tanto, todas ellas son sagradas y merecen el respeto y consideración de la sociedad.

          Cuando usted tenga un problema con otra persona, dígale lo que quiera. Pero, por favor, no ultraje el divino nombre de una madre...

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