domingo, 26 de mayo de 2019

¿Y en Trujillo...? ¿Estamos preparados...?

Una tienda del centro comercial de Trujillo derribada por el sismo de 1970. Casi medio siglo después. ¿Estamos preparados...? (Redes sociales).


          El sismo de 8.0 de magnitud que sacudió ayer la selva peruana, se sintió en medio continente y nos despertó a todos, es para reflexionar.

          Y la pregunta cae por su propio peso. ¿Estamos preparados en Trujillo para afrontar algo semejante...? La respuesta es inmediata. No.

          A días de cumplirse casi medio siglo del terremoto de Ancash que causó más de 60,000 muertos y miles de desaparecidos, hemos aprendido muy poco.

          Tratemos solo dos aspectos donde la responsabilidad recae en un sector de la ciudadanía y en la falta de operatividad de las autoridades.

          Parte de la población está comprometida por construir sus viviendas sin respetar las exigencias mínimas de edificación privada.

          En la ciudad existen casas de varios pisos que carecen de columnas y exhiben techos sin dinteles, ni vigas de cemento, lo que es gravísimo.

          Luego del mañanero temblor del sábado, un representante del municipio declaró que cerca de las universidades privadas hay edificios hasta de siete pisos.

          Afirmó que fueron levantados sobre viviendas que solo debían poseer dos plantas, pero se burló la norma y habilitaron cuartos para estudiantes.

          De otro lado, existe una ordenanza que prohíbe construir en el centro histórico edificios que excedan los cuatro pisos.

          Sin embargo, desde hace buen tiempo, funcionan albergues, hospedajes y hoteles que superan el límite. ¡Y nadie dice nada...!

          En cuanto al primer caso. ¿Quién otorgó la licencia de construcción...?

          Respecto a los siguientes. ¿Y las labores se supervisión  de la gerencia del ramo de la Municipalidad Provincial de Trujillo...?

          Las acciones de control de las construcciones se mantienen en vigencia, pero no se ejecutan. ¿Por qué...?

          Justo, ahora que lamentamos que cientos de viviendas se derrumbaron en la zona afectada, hay que recurrir a ellas y ponerlas en práctica.

          El trabajo municipal no solo es de corbata, oficina y sueldo a fin de mes. También su deber es recorrer las calles. Observar, exigir, corregir y multar.

          A los propietarios. Sean conscientes. Conozcan sus obligaciones. Y, a las autoridades. Supervisen y apliquen la ley.
            Mañana, puede ser demasiado tarde...

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