Alineación de la Vallejo que quedará para la historia. Casi todos emigraron. El cuadro se presentará en Segunda con nuevos jugadores. (USI).
¡Qué
rápido se pasó el tiempo...! Este fin de
semana es el último del año. A partir del domingo ingresamos al enigmático 2017.
Agoniza
el 2016 con escasas alegrías y muchas tristezas en el ambiente futbolístico
peruano, que es la pasión de millones.
Para
Perú, lo mejor fue la goleada a Paraguay en su casa. Con baile y todo. Y el
milimétrico pase de Trauco a Guerrero en ese gol de empate ante Argentina que
hizo estremecer el estadio Nacional.
La
pena deportiva estuvo representada por la pálida participación de los elencos
incaicos en la Copa Libertadores que se fueron de bruces en la primera ronda.
En
lo interno, dentro del campeonato descentralizado, respecto a nosotros los liberteños,
el 2016 fue para ocultarlo debajo de la alfombra.
Bien
puede calificarse como el "Año negro". Tras tropiezos sucesivos desde
el inicio, la Universidad César Vallejo se sofocó y cayó al infierno.
Y,
casi sin darnos cuenta, nos quedamos sin fútbol profesional.
Durante
el año 2017 los hinchas de los "grandes" del fútbol peruano, no
podrán aplaudir a sus favoritos en el Mansiche.
Cristal,
Universitario, Alianza, el mismo Municipal y el resto de equipos de provincias,
no se presentarán en Trujillo. Quedamos marginados.
Otra
de las profundas aflicciones nos hizo sentir el Carlos Mannucci que casi llevó al
delirio a la afición local varios domingos y terminó desinflándose.
Este
año, como nunca, estuvo cerca del cielo y se perdió en las nubes. Lideró la
Segunda con ventaja sobre su escolta diversas fechas, pero no le alcanzó.
Cuando
parecía todo perdido, apareció la última esperanza. Incluso así titulamos una
de nuestras columnas, el Racing Club de Huamachuco.
Sus
buenas actuaciones lo situaron entre los cuatro grandes. Disputó la finalísima
de la Copa Perú en Lima. Y nos colgamos
de esa postrera ilusión.
Tuvo
la oportunidad en sus manos hasta la última jornada. Un triunfo, lo catapultaba
a la profesional. Perdió... y todo se puso de cabeza.
Tres
excepcionales opciones e igual golpes al plexo. Peor, imposible. Para nosotros,
en el fútbol, el 2016 fue el año de las terribles decepciones...
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