viernes, 16 de diciembre de 2016

¡Provecho congresistas...!: ¡Gratificación, aguinaldo, canasta, pavo...!

          Frente a esos millones y regalos, están los servidores públicos con su aguinaldo de 300 soles divididos en partes para "celebrar"
como les alcance.
 

          Ocurre todos los años en esta época pero, por ahondar aún más las diferencias entre los peruanos, debería verse la manera de eliminarlos.

          Son los exagerados beneficios monetarios y materiales que el gobierno otorga a los congresistas para celebrar la navidad

          Mencionarlos, genera profundo malestar. Únicamente la canasta cuesta novecientos veinte soles. Más que el sueldo mínimo en un mes.

          Contiene, entre otras cosas, cinco kilos de arroz y azúcar, vino tinto, whisky, champán, panetón, chocolate. Sobra para un banquete de tres familias.

          En cuanto al dinero, figura la gratificación de una remuneración completa de quince mil soles, aparte del sueldo.

          A ello se añade un aguinaldo extra de mil quinientos soles, un bono en efectivo de quinientos soles y un pavo. Con todo eso. ¿Para qué más...?

          Casi el íntegro de parlamentarios, embriagados de un innoble egoísmo, defiende con uñas y dientes lo que llegará a sus manos.

          Por ejemplo, el oficial mayor del congreso justifica los regalos porque, según él, "trabajan trece horas". (¡Qué tal sacrificio...!).

          ¿Y quién le cree...? ¿Cuántas veces el pleno es convocado a las nueve de la mañana y a las diez solo hay unos cuantos...?

          Algo más. En ninguna reunión se cubre la totalidad de curules. Nunca faltan quienes piden permiso, se ausentan y no cumplen con sus obligaciones.

          Tampoco el representante que justifica lo que recibirá porque se "saca la mugre" trabajando y agrega que su labor "es bien sacrificada" (?).

          El controvertido privilegio alcanza a los asesores, colaboradores, personal del congreso y pensionistas que superan los cuatro mil.

          En un país de tantas necesidades, para cubrir ese presupuesto, que favorece a una élite, el gobierno destina una partida superior a los seis millones de soles.

          Frente a esos millones y regalos, están los servidores públicos con su aguinaldo de 300 soles divididos en partes para "celebrar" como les alcance.

          Tal vez parezca una idea utópica, pero nadie protestaría si el Estado, basado en el principio democrático de igualdad, proporcionara a todos la misma cantidad.

          Injustas reglamentaciones, como la que analizamos, originan el descontento en la ciudadanía porque en lugar de integrarnos, nos separan.

          Y la navidad, que es la festividad del amor, la fraternidad y el compartir, se desvirtúa, porque una norma discrimina a los que menos ganan.

          El Legislativo, una institución emblemática de profundas raíces populares, pierde su prestancia con acciones negativas de este tipo.

          Ante el escándalo suscitado, la Contraloría comunicó que investigará  la compra directa de las canastas, pues se hizo sin licitación previa.

          Aunque es posible que nunca sabremos el resultado. Todo seguirá igual y el año entrante se repetirá similar situación.

          Cuando se informó invertir cerca de medio millón de soles en reparar  oficinas de unos congresistas, se dijo que la austeridad sería una base de la gestión.

          El valor de los suculentos servicios para los legisladores con motivo de la navidad, demuestra que la promesa se olvidó muy pronto.

          Ojalá que algún día termine todo esto. Así la ciudadanía confiará más en el congreso y sabrá que sus miembros trabajan de verdad para servir al Perú...

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