Carlyle popularizó la frase que la prensa es el cuarto poder del Estado. (Andes.info.ec.).
Cuando
el escritor y filósofo francés Thomas Carlyle utilizó y popularizó el término
cuarto poder para identificar a la prensa, no se equivocó.
Según
su punto de vista, tanto el ejecutivo como el legislativo y el judicial, poseen
funciones específicas dentro un gobierno democrático.
Agregó
que frente a ellos, está la influencia de los medios de comunicación que
defienden los intereses de la sociedad ante el atropello o deslices de sus
autoridades.
Y
en cumplimiento de esa sagrada misión, basada en la objetividad, imparcialidad
y honestidad, se convierten en el poder
más importante de todos.
Tales
apreciaciones quedan evidenciadas en dos recientes sucesos de inocultable
trascendencia en la política peruana.
Uno,
la suspensión del nombramiento de Nadine Heredia como directora de la Oficina
de Enlace de la FAO. Otro, la renuncia del ministro de Defensa por actos contra
la función.
Tan
pronto la ex primera dama se dispuso viajar a Europa, teniendo una investigación
pendiente por supuesto lavado de activos, el hecho fue revelado por el
periodismo.
Los
medios de información nacional empezaron una intensa campaña exigiendo la
opinión de los organismos jurídicos competentes.
Incluso
se solicitó el pronunciamiento de los representantes del ente rector de la FAO
quienes, al inicio, justificaron la designación.
Hasta
que el lunes pasado se anunció el aplazamiento de "la asunción de
funciones" de Heredia para el cargo que había sido propuesta.
Indicaron
que la decisión fue tomada "considerando los desarrollos procesales que
tiene actualmente en el Perú".
Justo
para cumplir los plazos señalados por la justicia, retornó "de
licencia" al país y adelantó que volverá a Ginebra para "continuar
sus labores como funcionaria de la FAO".
El
otro caso fue la denuncia periodística realizada por un programa televisivo
dominical contra Mariano Gonzales, exministro de Defensa contando con su
presencia en el set.
En
el reportaje se mostraron irrefutables
imágenes donde aparece abrazando a una funcionaria que, en solo cuatro
días, fue promovida como su asesora con un sueldo de 15, 600 soles. Igual que
el presidente. .
Acorralado,
las aceptó y declaró: "mi único delito es haberme enamorado" y que su
acompañante había renunciado el viernes anterior.
--
Renunció después que se enteró que la prensa tenía el informe completo-- acotó
la periodista.
--
Mi error fue el de cualquier ser humano, me enamoré-- contestó.
A
menos de veinticuatro horas, el premier le solicitó poner su cargo a
disposición. Lo hizo y renunció.
Perdió
su trabajo de ministro, pero mantiene el de representante del Perú ante el
Parlamento Andino.
El
escándalo motivó que el funcionario y su novia sean acusados por la
Procuraduría Anticorrupción por "presunto delito de negociación
incompatible en agravio del Estado". Esperamos que la sanción se haga
pública.
Tanto
en el caso de Heredia como el de Gonzales, los medios de comunicación
desempeñaron una labor primordial.
Suspendieron
la entrega de un cargo y originaron la salida de un ministro. ¿Se podría
conseguir esto sin la efectiva acción del periodismo...?
Una
vez más, quedaron confirmadas las palabras de Carlyle. Es cierto. La prensa es
el cuarto poder del Estado...
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