sábado, 3 de diciembre de 2016

El poder de la prensa: ¡En dos recientes casos...!

Carlyle popularizó la frase que la prensa es el cuarto poder del Estado. (Andes.info.ec.).


          Cuando el escritor y filósofo francés Thomas Carlyle utilizó y popularizó el término cuarto poder para identificar a la prensa, no se equivocó.

          Según su punto de vista, tanto el ejecutivo como el legislativo y el judicial, poseen funciones específicas dentro un gobierno democrático.

          Agregó que frente a ellos, está la influencia de los medios de comunicación que defienden los intereses de la sociedad ante el atropello o deslices de sus autoridades.

          Y en cumplimiento de esa sagrada misión, basada en la objetividad, imparcialidad y  honestidad, se convierten en el poder más importante de todos.

          Tales apreciaciones quedan evidenciadas en dos recientes sucesos de inocultable trascendencia en la política peruana.

          Uno, la suspensión del nombramiento de Nadine Heredia como directora de la Oficina de Enlace de la FAO. Otro, la renuncia del ministro de Defensa por actos contra la función.

          Tan pronto la ex primera dama se dispuso viajar a Europa, teniendo una investigación pendiente por supuesto lavado de activos, el hecho fue revelado por el periodismo.

          Los medios de información nacional empezaron una intensa campaña exigiendo la opinión de los organismos jurídicos competentes.

          Incluso se solicitó el pronunciamiento de los representantes del ente rector de la FAO quienes, al inicio, justificaron la designación.      

          Hasta que el lunes pasado se anunció el aplazamiento de "la asunción de funciones" de Heredia para el cargo que había sido propuesta.

          Indicaron que la decisión fue tomada "considerando los desarrollos procesales que tiene actualmente en el Perú".

          Justo para cumplir los plazos señalados por la justicia, retornó "de licencia" al país y adelantó que volverá a Ginebra para "continuar sus labores como funcionaria de la FAO".

          El otro caso fue la denuncia periodística realizada por un programa televisivo dominical contra Mariano Gonzales, exministro de Defensa contando con su presencia en el set.

          En el reportaje se mostraron irrefutables  imágenes donde aparece abrazando a una funcionaria que, en solo cuatro días, fue promovida como su asesora con un sueldo de 15, 600 soles. Igual que el presidente. .          

          Acorralado, las aceptó y declaró: "mi único delito es haberme enamorado" y que su acompañante había renunciado el viernes anterior.

          -- Renunció después que se enteró que la prensa tenía el informe completo-- acotó la periodista.

          -- Mi error fue el de cualquier ser humano, me enamoré-- contestó.

          A menos de veinticuatro horas, el premier le solicitó poner su cargo a disposición. Lo hizo y renunció.  

          Perdió su trabajo de ministro, pero mantiene el de representante del Perú ante el Parlamento Andino.

          El escándalo motivó que el funcionario y su novia sean acusados por la Procuraduría Anticorrupción por "presunto delito de negociación incompatible en agravio del Estado". Esperamos que la sanción se haga pública.  

          Tanto en el caso de Heredia como el de Gonzales, los medios de comunicación desempeñaron una labor primordial.   

          Suspendieron la entrega de un cargo y originaron la salida de un ministro. ¿Se podría conseguir esto sin la efectiva acción del periodismo...?

          Una vez más, quedaron confirmadas las palabras de Carlyle. Es cierto. La prensa es el cuarto poder del Estado...

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