Formación de Perú que arrancó ante Dinamarca. Con la inclusión de Guerrero, debe tentar la victoria ante Francia. (AFP).
El
fracaso de Colombia, por 2 a 1, ante Japón, completó ayer la participación de los
equipos sudamericanos en el Mundial de Rusia.
Terminada
la primera vuelta de la fase de grupos, las conclusiones no son muy auspiciosas
para los cuadros de esta parte de continente.
Un
solo triunfo. Uruguay 1 Egipto 0. Dos empates. Argentina con Islandia y Brasil
con Suiza. 1 a 1.
Y
dos derrotas. Perú 1 a 0 frente a Dinamarca y Colombia ante Japón.
En
resumen. Una victoria. Dos empates y dos reveses. Hemos conseguido apenas 5
puntos de 15 probables.
Las
cifras preocupan porque en todo el orbe se sabe que las eliminatorias en esta
parte de América son las más complicadas.
Diversas
razones confabularon para que nuestros representativos no exhiban la plenitud
de su fútbol.
Una
de ellas es que la mayoría de los jugadores vienen de cumplir agotadoras
jornadas en torneos europeos.
Y
otra, la tensión propia que significa estar en un Mundial. Sentirse observado
por miles de aficionados en el estadio y millones en el planeta.
Si
se trata de esto último, el examen inicial ya se dio. Queda pensar que un
evento de esta categoría solo se juega cada cuatro años.
Y
que cada once representa no a una institución, sino a un país que ansioso y
entusiasmado espera lo mejor de sus jugadores.
Entre
esos cinco escuadras está el Perú que expuso en las clasificatorias y en su
debut mundialista que no le teme a nadie.
Un
Mundial es la vitrina máxima del fútbol. Es el momento ideal para dar todo de
sí. No deben guardarse nada.
Muchachos.
Demuestren que en las competencias deportivas no existe nada difícil. Tampoco,
metas imposibles.
El
duelo que la bicolor tiene mañana con Francia es decisivo. Contamos con
argumentos para imponernos. Hay que salir a ganar.
Lucharon
tanto para estar allí... Ahora sí. ¡Vamos a jugar...!
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