martes, 26 de junio de 2018

¡Fue un adiós con honor...!

Pese a la estirada, Ryan no puede detener el violento remate cruzado de Carrillo que marcó el primer gol de Perú. (Getty).

     Era el último partido del Perú en Rusia. Jugaba con Australia. Dos derrotas seguidas por un gol, nos obligaron al retorno anticipado.

          La posibilidad de ver ganar a la bicolor y la motivación de volver a sonreír, nos colgó de la pantalla del televisor.

          Empezó el duelo y los amarillos tomaron la iniciativa. La zaga pasaba apuros. No salía nada en la ofensiva. Temíamos lo peor.

          De repente, un incisivo ataque se proyecta por la izquierda. Guerrero tiene el balón en los pies. La marca lo acosa. Imposible tentar el arco.

          Vivaz y hábil, solo le queda hacer lo suyo. Dobla hacia atrás y observa que Carrillo ingresaba solito por la otra punta.

          Cambia de frente. André la impacta tal como venía. Con todas sus fuerzas. Cruzada. Ryan, el portero, se estira en vano. ¡Gol...! ¡Gol peruano...!

          Y la rabia contenida. Reprimida por más de 180 minutos que duraron los choques con Dinamarca y Francia, estalla al límite.

          La ventaja nos entona. El adversario no se rinde. Pero, allí está Gallese seguro y Santamaría que saca al córner al borde de la línea.

          Llega el complemento. Cueva domina la pelota y sirve a Paolo que, desde una difícil posición la clava en el arco. ¡Gol peruano...! Dos a cero.

          El estruendo del grito de gol suena aquí y en el estadio de Sochi donde la blanquirroja y la hinchada peruana dejaron un recuerdo imperecedero.

          Como el que quedó en nosotros al cerrarse la última página de la historia peruana en el Mundial de Rusia 2018.

          Ahora que todo terminó, corresponde mirar hacia adelante. El trabajo desarrollado demuestra que tenemos material humano.

          Con el valiosísimo aditivo sicológico representado por la actitud que el entrenador y el comando técnico supieron imprimir en los jugadores.

          Esa especial condición de no creerse menos ante nadie y el espíritu de lucharlas todas. Dando de sí hasta el esfuerzo postrero.

          Ojalá que en el transcurrir de los días siguientes la Federación continúe trabajando en ese nivel y en las divisiones inferiores.

          Para Perú, la despedida del Mundial, fue un adiós con honor...

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