El portero Ben Mustafá fue el más serio escollo que encontró Inglaterra. (Agencias).
L a mañana de hoy martes finalizó la primera ronda de partidos correspondientes a la fase de grupos del Mundial de Rusia.
Durante
todos los duelos tuvimos la oportunidad de observar el desempeño de los "grandes"
del fútbol del planeta.
Incluyendo,
como es lógico, a los anteriores campeones mundiales. Lo novedoso es que
ninguno de los llamados famosos se mostró como tal.
Aparte
de Rusia, el anfitrión, que en el debut vapuleó a Arabia Saudita, en Moscú, los
demás no convencieron a plenitud.
Uruguay
sufrió hasta el infarto para imponerse a Egipto en el último minuto y España no
fue más allá del empate con Portugal debido a la magia de Cristiano Ronaldo.
Francia,
a la que debemos vencer el jueves, se impuso con un autogol a Australia y
Argentina no pudo con Islandia a la que Perú le ganó 3 a 1 en un amistoso.
El
pentacampeón Brasil sacó un pálido empate a Suiza y el último campeón,
Alemania, mordió el polvo de la derrota frente a México.
Cerrando
el circuito, ayer Inglaterra, victorioso en recientes torneo juveniles, padeció
más de la cuenta para recién sonreír al final ante Túnez.
Una
primera conclusión conduce a que los elencos llamados poderosos no mostraron la
fortaleza que se les reconoce por tradición e historia.
Claro
que esto recién empieza y el panorama puede cambiar a partir de la segunda de
las tres vueltas que tendrá cada grupo.
Pero,
por todo lo que hemos visto hasta ahora, cualquiera puede rebelarse y dar el
golpe. Rusia 2018 es un Mundial sin favoritos...
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