Alineación de Perú que inició las acciones ante Francia. La bicolor nos dejó varias lecciones. (Reuters).
Perú
perdió por un gol ante Francia y el martes, luego del duelo con Australia,
vuelve a casa.
Parece
el texto de un simple memorándum. Pero, tras ello hay un equipo unido, una
hinchada incondicional y un país que nunca dejó de emocionarse.
Las
eliminatorias al Mundial y los dos partidos jugados hasta ahora en Rusia, así
lo demuestran.
Debemos
reconocer que la bicolor, con algunos jugadores del medio, logró integrar un
conjunto que se hizo respetar y nos dio muchas alegrías.
Cómo
olvidar el triunfo en el Nacional ante Uruguay. O la victoria en Guayaquil frente
a Ecuador y la goleada a Paraguay en Asunción.
Además
de otras excelentes actuaciones que terminaron con 36 años sin asistir a una
justa de esta categoría.
La
blanquirroja tiene en sus filas a varios jóvenes capaces de rendir mucho más en
el futuro.
Este
grupo está en formación. En un proceso que debe continuar con las consiguientes
mejoras y ajustes.
Ahora
no más, en setiembre, tiene dos amistosos FIFA con Alemania y Holanda que
servirán para reencontrarnos.
¿Y
la barra...? Merece un punto aparte. En Ekaterimburgo, como en Saransk, no se
cansó de alentar a la selección hasta el pitazo final.
Sus
canciones son memorables: "¡Vamos,
vamos peruanos, que esta noche tenemos que ganar...!"
O "¡Cómo no te voy a querer, cómo no te
voy a querer, si eres mi Perú querido, el país bendito que me vio nacer...!"
La habilidad y picardía de los futbolistas
peruanos y la afición nacional han dejado una huella indeleble en Rusia.
Los
triunfos de Perú sirvieron también para estrecharnos en el deporte y demostrar
que, en otros aspectos, las metas se pueden lograr cuando uno se propone.
La
selección peruana en el Mundial nos ha dejado muchas lecciones positivas.
Utilicémosla de la mejor manera.
¡No
perdamos esa mística...!
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