¡El ejemplo de Croacia...!

Lloris despeja a la izquierda, Mandzukic pondrá el pie derecho, el balón le impacta y se irá al fondo. Fue el gol por amor propio de Croacia. (Captura tv).

          Desde el mediodía de ayer, todos hablan y elogian a Francia, el flamante campeón mundial de fútbol.

          Tienen razón. La lógica así lo sentencia. Nosotros, nos detenemos en el otro extremo de la orilla. A lado de Croacia.

          Con ese once de aguerridos futbolistas que encantó por su manera de jugar convirtiéndose en la sorpresa del torneo.

          El equipo que nos hizo pensar por instantes que llevar el balón con los pies y la cabeza pasándola a un compañero es lo más fácil del mundo.

          Aquel que exhibió un sistema práctico para moverse con la pelota en la cancha y llegar con éxito al arco contrario.

          Los balcánicos demostraron que un equipo puede tener individualidades pero, al final, la acción colectiva es la más efectiva.

          Con el añadido de la habilidad, el desmarque, la inteligencia, el estado físico y la disciplina complementaron con el esfuerzo, el empeño, la actitud y el coraje.

          Sin descuidar aquello que se conoce como la vergüenza deportiva o amor propio. Ese impulso innato a no darse nunca por vencido.

          Perdía Croacia por un autogol y empató con un golazo. Sufrió un penal en contra y recibió dos más. Estaba cuesta abajo 4 a 1.

          Quedaban pocos minutos, pero seguía en la lucha. Defendía y atacaba. No daba su brazo a torcer.

          Hubo una jugada intrascendente. Un defensa francés se apoya en el portero Lloris. Mandzukic va a disputarla.

          Lo induce a despejar rápido. El portero yerra y se logra el segundo para la escuadra con la camiseta diseñada como un tablero de ajedrez.

          "Insistir, persistir y nunca desistir", debe ser la máxima motivadora en los vestuarios antes que los jugadores salgan al campo.

Kolinda Grabar, presidenta de Croacia, exhibe orgullosa la camiseta de su país. Dio un ejemplo a los políticos peruanos y del mundo entero. (Redes).

          Allí no queda todo. Kolinda Grabar, presidenta croata que fue a ver a su selección, se descontó su sueldo, pagó sus entradas y viajó en clase turista.

          Ella, completó el magnífico ejemplo que nos dio Croacia...