Así lucía el vestuario del Rostov Arena que usaron los japoneses luego de jugar ante Bélgica. (Redes).
El
Mundial de Rusia ha servido de vitrina para que deportistas y aficionados dejen
su huella en diferentes aspectos.
Perú
fue el primero. Llamó la atención por la numerosa y bulliciosa hinchada que
alentó a la bicolor en los estadios de Saransk, Ekaterimburgo y Sochi.
Resuenan en el recuerdo de los fanáticos al
fútbol de todo el mundo el fervor exhibido al entonar entusiasmados el Himno
Nacional y otras canciones de apoyo.
La
incondicional actuación de la barra peruana mereció favorables comentarios de
las más importantes cadenas periodísticas del orbe.
A
ella, se suma la actitud de los jugadores japoneses al término del partido por
los octavos de final que perdieron, en el último minuto, ante Bélgica.
Tras
tener sobre las cuerdas al adversario, los orientales sorprendieron a quienes
acudieron al vestuario del Rostov Arena luego de retirarse.
Los
camerinos lucían tan limpios e impecables que daban la impresión de no haber
sido siquera utilizados.
No
fue todo. En la mesa de ingreso al lujar dejaron una nota con el siguiente
mensaje: "Spasiva (Gracias, en ruso). Japón".
Una
vez más, Japón dio una muestra de comportamiento ejemplar. Digno de imitar. Observen la imagen. Las palabras sobran...
No hay comentarios:
Publicar un comentario