Una
avalancha de opiniones en contra mereció la propuesta referida a los menores de
18 años planteada por un congresista la semana anterior.
Todo
por un proyecto de ley que impediría a los adolescentes salir de sus casas
después de las diez de la noche.
Fundamenta
su pedido en garantizar la seguridad de los pequeños debido a los tiempos de
violencia que vivimos.
El
parlamentario exteriorizó su incomodidad porque ni siquiera logró el respaldo
de sus compañeros de bancada.
Tampoco
coinciden con él, analistas, profesionales y hasta periodistas entrevistados para opinar sobre el asunto.
Manifiestan,
entre otras cosas, que la decisión no corresponde al Estado y que atenta contra
la libertad individual que proclama la Constitución.
Otros,
que podría originar marchas de protesta convocadas por los jóvenes al sentirse perjudicados.
Igualmente,
que el control y vigilancia de los hijos solo corresponde a los padres de
familia.
Una
representante del ministerio de la Mujer añadió que no se necesita ninguna ley
puesto que el Estado cuenta con un diseño político de protección.
En
ciertos medios donde se abordó el tema los panelistas concluyeron tomando el
proyecto en broma y estallaron en risas.
Pero.
¿En realidad es así...? ¿Es cierto que cuando los menores de edad caminan de
noche por las calles, asisten a fiestas o discotecas, están protegidos...?
¿Acaso
el gobierno, con sus mecanismos de amparo al niño y adolescente, se abastece
para atender a la población juvenil existente...?
¿Y las
noticias, que llenan las páginas de los diarios, que los vinculan a acciones
delictivas...? ¿Acaso son falsas...?
El Perú
experimenta en los últimos años una creciente ola de violencia que la policía,
ni la justicia pueden detener. ¿Alguien puede negarlo...?
Los
centros penitenciarios superaron la barrera de los 100 mil reclusos en un inhumano e insostenible ambiente de
hacinamiento y promiscuidad.
Pese a
ello, persisten las bandas delincuenciales que asaltan a mano armada en la
ciudad y las carreteras burlando toda vigilancia.
¿En ese
lúgubre ambiente de peligro, que se
acrecienta a medida que avanza la noche, es conveniente que menores de edad
estén en las calles...?
Es
evidente que la propuesta del legislador está orientada en ese buen sentido.
Aquel de estricta defensa a los muchachos.
No
existe la mínima intención de atentar contra sus derechos. Peor aún, limitar
siquiera la libertad que le corresponde a las personas.
En la
actualidad, la sociedad peruana vive momentos difíciles. En los que da miedo
caminar solo por la noche y hasta de día.
Quienes
sostienen que dar o no permiso a los hijos depende de los padres, tienen toda
la razón.
¿Y qué
hacemos con las parejas que trabajan, familias en crisis y otras disfuncionales
en las que se ha perdido el principio de autoridad...?
En
conclusión, hay hijos que no obedecen a sus padres. Ellos, tendrían que
respetar lo que dicta la ley para evitar que tengan problemas nocturnos.
¿Se imaginan
cuántos robos, maltratos, violaciones y más se evitarían si los menores de edad
no salieran muy tarde de sus casas...?
A todo
esto. Sería interesante saber. ¿Qué opinan los padres de familia...?
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