Martín Vizcarra durante su mensaje por Fiestas Patrias. (Redes).
Es la primera vez, por lo menos en lo
que va del siglo, que un mandatario involucra la opinión popular a un poder del
Estado.
Porque eso es lo que hizo Martín
Vizcarra antes de promediar la media hora de su discurso presidencial por
Fiestas Patrias.
Ocurrió luego de abordar el tema de la
reforma judicial al pedir un referéndum sobre tres aspectos específicos.
Estos fueron la reelección de los
congresistas, el financiamiento de los partidos políticos y la bicameralidad,
sin aumentar el número de legisladores.
Se trata, sin duda, de asuntos
vertebrales de la política nacional que merecen consideración especial.
Hizo hincapié en el primero. Clamor
popular nunca tratado en el congreso, al igual que la inmunidad parlamentaria.
Fue, tal vez, el instante más tenso de
la exposición. Aquel que obligó a los legisladores distraídos o concentrados en
el celular a poner atención.
No faltaron a quienes les regresó el
alma al cuerpo al saber que el planteamiento del jefe de estado será antes debatido
en el legislativo.
Muchos destacaron esta original
posición de Vizcarra en el sentido de dar participación directa del poder, al
pueblo.
Otros, consideraron que fue un jalón
de orejas a un parlamento que, transcurridos dos años, no agiliza la ansiada
reforma electoral.
Compulsando el exacerbado sentimiento
ciudadano a causa de las vergonzosas
conversaciones detectadas entre magistrados del Poder Judicial, expresó:
“Si no hubieran sido revelados los
audios todo seguiría igual…”, destacando el importante valor de la prensa.
Justo, se ganó los primeros aplausos
cuando anunció la reforma de la justicia peruana al comprobarse que ha
colapsado.
Reconoció que siempre habrá algunos
que quieran mantenerse y tratarán de impedir o retrasarla.
En torno a eso, afirmó: “Ha llegado el
punto de quiebre y he decidido liderar
el cambio…”.
Antes de mencionar las medidas
urgentes adoptadas por el gobierno, aclaró que su mensaje era un manifiesto a
la democracia.
De inmediato informó sobre la
inhabilitación perpetua para los jueces y abogados implicados en corrupción.
Solicitó a la ONP un plan de descarga
procesal para atender a miles de longevos que luchan por su pensión durante
años.
Vizcarra se refirió a seis proyectos
que presentará de inmediato al congreso para su aprobación.
Entre ellos, la constitución de una
autoridad nacional de administración y control del Poder Judicial y el
Ministerio Público.
La transparencia del sistema de
justicia, el acceso a la información pública, forma de llevar los procesos y la
trayectoria de vida de jueces y fiscales.
Probidad en el ejercicio del Derecho y
la detección de quienes transgreden los principios éticos. No más la afirmación:
“¡Búscate un abogado mafioso…!”, dijo.
También habló de la eliminación del
actual sistema de representación de consejeros y reemplazantes en el CNM. Ahora
será por concurso público de méritos.
Pidió la revisión de los nombramientos
y las ratificaciones en el consejo vigente.
Punto saltante de su intervención fue
que abogará porque la ley sea igual para todos.
Al final, lo que quedó del mensaje fue
la sutil manera del presidente para comprometer la voluntad popular ante el
congreso…
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